El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, cree que, desde que llegó al Gobierno valenciano hace tres años y medio, «la Comunidad atraviesa el mejor momento a todos los niveles». «Aunque ha habido que superar numerosas dificultades y hacer muchas correcciones» dado que la Comunidad Valenciana era el «farolillo rojo» de España, «no es mi estilo tirar la toalla».
En esta línea, Fabra recordó que a su llegada al Gobierno en 2011 la situación en la Comunidad Valenciana «era muy complicada» económicamente. Fue un momento de mucha convulsión en la que hubo que recurrir al Estado y a entidades financieras para salir adelante”, explicó.
Por otro lado, a falta de medio año para las elecciones autonómicas, Fabra precisó que «todas las encuestas dicen que el PP será el partido más votado», pero el resultado «depende de nosotros, de la gente del PP», apostilló.
Por su parte, Ximo Puig, secretario general del PSPV-PSOE, candidato a la presidencia de la Generalitat valenciana, pero también miembro de la dirección federal del PSOE, aseguró que a nivel nacional «no va a haber ningún gobierno de gran coalición PSOE-PP» pese a que Mariano Rajoy dejó, este viernes, las puertas abiertas a una posible unión de los dos grandes partidos con el objetivo de lograr la estabilidad política.
Sobre eventuales acuerdos postelectorales para un futuro gobierno valenciano de izquierdas, Mónica Oltra, la candidata a la presidencia de la Generalitat de Compromís, defiende que «esto no puede ser como el pacto que hizo la derecha en 1995, no puede ser un reparto de Consellerias y ya está», sino que debe haber unas medidas concretas y una forma de entender la política compartidas. Oltra asegura que se ve presidenta de la Generalitat porque el cambio político «ya se ha producido» y ahora falta «el cambio electoral» en la Comunidad Valenciana, aunque no aventura quién o quienes serían sus compañeros de gobierno. Recientemente se mostró abierta a pactos con EU y Podemos que dejarían de lado al PSPV.