Las obras del famoso Tercer Carril del trayecto Valencia-Castellón planificadas y ejecutadas por el Ministerio de Fomento, cuyo estado también conocen las empresas Adif y Renfe, está ocasionando graves problemas a los usuarios. Llegan fallas y seguimos carentes de una vertebración de todo el territorio de la Comunitat Valenciana que no hace más que generar una mayor distancia entre los ciudadanos castellonenses, valencianos y alicantinos. Distancia entre tradiciones, fiestas, identidades gastronómicas, tesoros de la naturaleza en distintos puntos, vestigios históricos. Riqueza, en definitiva.
Sin esa vertebración, sobre la que Fomento no quiere pronunciarse y, parece ser, que es una omisión también plasmada en el hecho de que no se informe a los usuarios afectados, no hay posibilidad de garantizar un turismo intermunicipal fluido e imposibilita las comunicaciones del turismo nacional e internacional cuando llegan a nuestra Comunitat.
Más allá de si el Tercer Carril llegará este año, el que viene o el de más allá, el Ministerio de Fomento, junto con las concesionarias de vías y servicio, deben iniciar cuanto antes una campaña informativa y una condición de decencia respecto a los usuarios de la que carecen en la actualidad. Queremos que todos podamos saber cuál es el objetivo de las obras, los posibles trastornos que pueden sufrir, las modificaciones que pueda haber, además de que queremos que se nos informe correctamente de la existencia de los autobuses auxiliares, ya que, en estos momentos, no hay ninguna indicación en las estaciones ferroviarias del trayecto Valencia-Castellón.
Cada día se suceden noticias que dejan patente la condición de españoles de segunda que nos llevan concediendo los sucesivos gobiernos en Madrid. Esperemos que cada diputado, diputada, senador y senadora deje el escudo de su camiseta a un lado, deje su color político y sus ambiciones dentro de su formación para pasar a defendernos y decirle al gobierno que resulte de los pactos que estamos aquí, que somos de primera y que ya está bien de ser los invisibles.