El oasis de Valentín

Entre el trabajo, las reuniones, las prisas, el estrés y demás ingredientes propios de la vida urbanita siempre es recomendable crear lo que yo denomino ‘islas’, esos oasis de paz y felicidad en que se pueden convertir las acciones cotidianas. De hecho la segunda acepción de la RAE para la palabra oasis significa: “Tregua, descanso, refugio en las penalidades o contratiempos de la vida”. Rompamos el mito de pensar en islas desiertas de arena blanca y aguas cristalinas (malditos fondos de escritorio) para imaginar una futura -irreal diría yo- felicidad. Basta con que nuestra imaginación sea lo suficientemente rica y tengamos la capacidad de encontrar momentos y lugares para la desconexión. Porque es bueno y saludable para nuestra salud física y mental saber ‘romper’ con los problemas o preocupaciones y dedicar un precioso tiempo a aquello que nos relaja, nos recrea y nos hace sentirnos bien con nosotros y con el resto del mundo. Hoy les diré una forma sencilla de lograrlo, quedar a almorzar (usaremos esta acepción más tradicional que “quedar a comer”) con buenos amigos en un lugar que permita crear un ambiente distendido.

 

Hace unas semanas, nos citamos tres buenos amigos, al más puro estilo de la afamada serie que relata la vida de cuatro neoyorkinas, en Valen & Cia, el restaurante de moda en Valencia, el local que está lleno y con lista de espera todos los días de la semana y que dirige el bueno de Valentín Sánchez Arrieta. Pasamos un rato lleno de conversaciones atrevidas, manjares exquisitos, vinos de autor y muchísimas risas y además nos recreamos con la magnífica decoración del restaurante, logrando así que la experiencia Valen & Cia fuera gratificante y altamente recomendable.

 

La conversación inteligente regada con humor y fina ironía es clave, si los comensales son buenos amigos y comparten puntos de vista, aficiones y pensamientos, vamos por muy buen camino y si elegimos un local con una decoración impecable y un público altamente civilizado en aspecto y formas, hemos convertido la hora o las dos horas del almuerzo, en una verdadero oasis de buen gusto, felicidad de cuerpo y alma y un momento para recuperar energía y comenzar la tarde con las fuerzas renovadas. Y el lugar está perfectamente decorado por Gerardo Almenar de The Antiquer y el propio Valentín que tiene un refinado gusto para elegir los complementos más originales y curiosos, como los clicks gigantes de Playmobil o los muñecos Michelín.

 

Empezamos con la cerveza un clásico del aperitivo en España para luego pedir un vino de autor de la zona de Puigcerdá que acompañó perfectamente los alimentos que degustamos y que les recomiendo; aunque la carta es espectacular, pruébenlo todo, pero no en la misma visita, lógicamente. Empezamos con el ‘Huevo a baja temperatura con patata trufada y crujiente de jamón’ que se sirve de modo muy original en un tarrito de cristal y tiene un intenso sabor y aroma a trufa (este paréntesis es para recomendarles algo que probé el pasado fin de semana en Madrid, la miel de trufa blanca con un buen parmigiano). Con las primeras copas la conversación evoluciona de temas profesionales a moda masculina, complementos, usos y costumbres de amigos y conocidos; seguimos con el ‘Tartar de atún rojo, higo, aguacate con crujiente de alga y mayonesa de Wasabi’, el nombre no es breve y suena a virguería, pero les aseguro que merece la pena, está realmente bueno, pues Valentín trabaja con materia prima de primerísima calidad y el atún rojo es de la Almadraba; también saboreamos unas magníficas ‘Setas de León preparadas con jugo de foie y jamón ibérico templado’ y rematamos con un ‘Lomo de vacuno de San Sebastián preparado en brasa de leña de encina’. A la hora del dulce una ‘Fresita del bosque con helado de vainilla’ y algunos espirituosos.

 

Lo más divertido de un lugar tan de moda como Valen & Cia es que prácticamente en todas las mesas hay alguien conocido por lo que además de tener que estar atento para oficiar los saludos protocolarios, cuando tomas asiento debes considerar el tema a tratar porque quizá la mesa de al lado lo conoce, incluso mejor que tú mismo. No tuvimos ningún percance pero si que teníamos al lado a cuatro elegantes mujeres de la sociedad valenciana que también pasaron un buen rato.

 

Fue un mediodía realmente agradable y divertido, nos reímos mucho; disfrutamos de cada detalle de la decoración que fusiona estilos, texturas, formas y elementos; y saciamos nuestras ganas de saborear la gastronomía y la vida por eso elegimos un gastrolife como Valen & Cia. Les espero en la próxima cita con la vida, porque si nos lo planteamos y hacemos las cosas con sentimiento, ingenio y humor, “la vida puede ser maravillosa”, como decía el tristemente fallecido Andrés Montes.

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