noticia

Como evitar las verrugas plantares

Las verrugas son unas lesiones benignas de la epidermis, que se manifiestan bajo la forma de excrecencias rugosas, alojadas en diferentes partes del cuerpo.

Las verrugas plantares están relacionadas a diferentes tipos de virus de la familia del virus del papiloma humano (VPH), por lo que son contagiosas. Afectan entre el 7 y el 10 % de la población y se observan con mayor frecuencia en población infantil, sobre todo a partir de los 5 años de edad, en adolescentes, adultos jóvenes y personas con un sintema inmune debilitado. Una de las principales causas puede ser el mayor grado de exposición a superficies comunes, como piscinas o gimnasios entre los menores y los más jóvenes. La mayor exposición de la población infantil a las superficies comunes, como piscinas, probablemente por la dificultad de concienciar a los más pequeños de los riesgos de andar descalzos. Una aparente disminución de la capacidad defensiva de los niños, quizás por los hábitos de vida que se dan hoy en día, como alimentación y estrés. Este hecho se comprueba con facilidad al hablar de la incidencia en los últimos años de infecciones víricas de vías respiratorias en población infantil.

Las verrugas plantares, que como su nombre lo indica, se forma en la planta del pie, es de dos tipos: la mirmecia, relacionada al tipo VPH 1, la más frecuente, y la verruga superficial (en “mosaico”), relacionada al tipo VPH2.

La verruga mirmecia es una verruga profunda y única, que comprende solamente algunas unidades. Este tipo de verrugas plantares es sensible a la presión (dolorosa, particularmente al caminar). Se caracteriza por la presencia de un anillo llamado queratósico (espesamiento delimitado de la epidermis).

Las verrugas superficiales corresponde a la formación de un conjunto de verrugas no dolorosas cuyo aspecto son de callosidades. Aparecen sobre la planta, a nivel de los dedos del pie.El papiloma suele ser asintomático en las primeras fases de evolución del cuadro clínico. Sólo una exploración adecuada puede identificarlos y diagnosticarlos con seguridad. Aquellas lesiones con tiempo de evolución prolongado y situadas bajo puntos de apoyo pueden provocar molestias. Es característico el signo del pellizco, doloroso, a diferencia de una ‘callosidad’ convencional. El papiloma se considera una tumoración benigna, clasificada por su riesgo oncogénico, como de tipo bajo.

TRATAMIENTO

Existen multitud de tratamientos para el abordaje del papiloma plantar, sin ser efectivos al 100% ninguno de ellos. El tratamiento para las verrugas plantares queda divido en tratamientos

quirúrgicos (cirugía clásica, Curetaje, electrocirugía, cirugía láser) , tratamientos físicos (crioterapia, terapia hipertérmica, terapia fotodinámica), alternativos (homeopatía, hipnosis, acupuntura, remedios caseros), químicos ( álcalis, ácidos, nitrato de plata, glutaraldehído,podofinilo, cantaridina, otros), antivirales e inmunomoduladores ( retinoides, metionina, bleomicina, 5 – fluoracilo, otros), medicamentosos ( interferon, DNCB, cidofivir, cimetidina, imiquimod, otros).

La elección de un tratamiento deberá realizarse teniendo en cuenta el tipo de lesión, las características del paciente, los antecedentes personales y el tipo de tratamiento que se ha aplicado anteriormente.

Al observar la lesión debemos tener en cuenta el tipo de verruga a tratar, hay que conocer que cuanto mayor sea el número de lesiones o bien cuanto mayor sea el tiempo de evolución peor será el pronóstico. También, será importante delimitar el tamaño de la lesión.

Al escoger una terapia, es importante tener en cuenta las enfermedades que presenta el paciente y en caso de ser mujer, conocer si está embarazada.

Antes de iniciar cualquier tipo de terapia hemos de conocer que cualquiera de los tratamientos a emplear va a resultar ser doloroso y puede causar irritación, y que además en ocasiones va a ser necesario la realización de varias sesiones.

El tratamiento a emplear debe ser sencillo, que no tenga un precio elevado, que se haya mostrado su efectividad y que esté libre de efectos secundarios. De manera que dejaremos los tratamientos más agresivos y costosos para verrugas refractarias y extensas. Debemos conocer que cuanto más agresivo sea el tratamiento mayor será la eficacia, no obstante mayor será el dolor y la posibilidad de que aparezcan efectos no deseados o secundarios. Por ello, siempre debemos iniciar el tratamiento mediante terapias sencillas o tratamientos de primera línea de actuación.

PREVENCIÓN

Todo contagio puede ser prevenido o, al menos, disminuir las posibilidades de adquirir la infección. Son dos los aspectos a tener en cuenta: los hábitos higiénico-sanitarios adecuado y conseguir un equilibrio orgánico saludable. Para ello el especialista aconseja:

Mantener la barrera de la piel en buenas condiciones de hidratación, sin heridas ni posibles vías de penetración

Usar calcetines de agua, chanclas o calzado adecuado si practicamos deportes en el que el pie sufre el contacto directo con la superficie.

No acudir a instalaciones deportivas, con superficies comunes, si somos conscientes de padecer el cuadro clínico.

No hay enfermedad si previamente no hay un desequilibrio interno, señala el doctor.

Es fundamental una buena alimentación, equilibrada, exenta de excesos de azúcares y harinas refinadas.

Los estados de estrés, disfunciones metabólicas, mala alimentación o hábitos de vida y, en general, todas aquellas situaciones que supongan un sistema inmunológico débil, como enfermedades que cursen con inmunosupresión o fármacos que la induzcan (como los antibióticos).

Texto por Jose Rubio Valls

Ir arriba