Gangas para todos los gustos

 

Entramos en el establecimiento de compra-venta de objetos de segunda mano ‘Just Price’ en el barrio de Ruzafa. Lo primero que nos sorprende en la gran cantidad de clientes que recorren los pasillos buscando alguna ganga entre las vitrinas; y lo segundo, los variopintos objetos que están expuestos buscando un nuevo hogar. Desde los tradicionales teléfonos móviles, CDs, guitarras o aspiradoras hasta monos para montar en moto, mochilas portabebés, enanitos de jardín, sillas de auto infantiles o hasta una katana es lo que encontramos en esta tienda donde todo se compra y todo se vende. Eso sí, dentro de ciertos parámetros.

“Evaluamos todo lo que nos traen los clientes que quieren vender para poder dar un mínimo de calidad a los futuros compradores” nos cuenta la dependienta de la tienda “ofrecemos una garantía de un año y si el producto que nos ofrecen está muy desgastado, deteriorado o no sabemos a ciencia cierta su procedencia –para evitar el peligro de adquirir objetos robados- no lo aceptamos”. De esta forma establecimiento y vendedor firman un contrato de compra-venta que se remite a la Policía Local, examina los números de serie y codificaciones normalmente de los productos tecnológicos y da el visto bueno a la tienda. Una vez concluido el proceso, el objeto es apto para ser vendido.

“Procuramos comprar objetos que son vendibles” nos confiesa “pero desde hace unos años y a raíz de la crisis, hemos abierto el campo de compra-venta porque la gente cada vez busca objetos que se salen de nuestro mercado habitual”. Al principio el negocio se movía entorno a la compra mayoritariamente de telefonía móvil, videoconsolas, portátiles y electrónica, pero ahora casi todo es bien recibido en estos establecimientos donde podemos encontrar desde tambores africanos hasta botas de montaña “Lo más curioso que nos han traído para vender es una silla de ruedas”. Eso si, encontramos objetos no menos particulares en las estanterías de esta tienda de segunda mano.

¿Quién no ha necesitado alguna vez un equipo de pesca? ¿O una katana para adornar la pared del salón? ¿O tal vez una máquina expendedora de bolas saltarinas? Objetos difíciles de encontrar en cualquier otro establecimiento están reunidos y clasificados para que el interesado pueda llevárselos a casa sin problema.

 

Control de calidad

¿Y si tenemos en casa un reloj antiguo de la abuela o un jarrón horrible que escondemos cuando vienen las visitas? Entonces podemos acudir a cualquier tienda de segunda mano para que nos lo tasen y poder deshacernos de él llevándonos algo a cambio. El procedimiento es sencillo: basta con llevar el objeto en cuestión a la tienda y que el especialista lo examine. Después de eso se realiza una tasación para saber el precio orientativo del producto y se le hace una oferta al vendedor, que puede aceptarla –o no- o regatear para alcanzar el precio que crea oportuno. Si vendedor y comprador llegan a un acuerdo se firma el contrato de compra-venta y uno se libra del objeto con unos euros más en el bolsillo, pero si no se alcanza el objeto vuelve a casa a seguir decorando la estantería del salón.

“Se nota que cada vez más en España hay más costumbre de ir a comprar y vender objetos en tiendas de segunda mano” añade la dependienta. Hace unos años esta modalidad de negocio no se veía con buenos ojos entre la sociedad actual, pero ahora las colas son inmensas y cada vez más gente se interesa por estos productos. El ajustado poder adquisitivo y la necesidad de ahorrar no están reñidos con poder adquirir objetos de calidad, aunque hayan pasado por otras manos antes que las nuestras. Estos productos tienen un control de calidad antes de ser puestos a la venta y se ofrece una garantía de al menos un año para poder reclamar en caso de que el objeto adquirido dé problemas en su uso.

Así que si estás buscando algo a un buen precio y no lo encuentras en el resto de tiendas, o simplemente quieres deshacerte de algo que no utilizas y lo tienes guardado en un cajón antes de tirarlo a la basura recurre a una tienda de segunda mano: nunca se sabe los objetos curiosos que la gente busca y que podrías tener en casa sin apreciar su ‘valor’.

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