Un desfile a toda máquina

 

Del 19 al 21 de septiembre Valencia volverá a ser la capital de la moda más vanguardista y novedosa de los últimos años en su presentación de las colecciones de Primavera-Verano para 2014 de los diseñadores de la Comunitat Valenciana. Una pasarela que se convierte así en toda una lanzadera de impulso tanto para jóvenes diseñadores que quieren darse a conocer como para nuevos modelos que dan sus primeros pasos en un desfile.

A menos de mes y medio de la inauguración de la Semana de la Moda “está todo a punto” a pesar del retraso en la firma del convenio con la Generalitat. En la edición pasada de VFW éste se firmó apenas un día antes del inicio del certamen y el proyecto de este año “todavía no está firmado” según nos informan desde el área de prensa del festival. Estos convenios que se firman entre la organización del evento y la Generalitat son anuales, y para la aprobación de los mismos se debe preparar un proyecto, exponerlo y fijar las contraprestaciones.

“A pesar de que los proyectos que se presentan en las pasarelas de Madrid o Barcelona son iguales a los nuestros, ellos reciben una financiación mucho más elevada que Valencia”. Mientras que la pasarela de Madrid recibe una prestación de 3 millones de euros y la de Barcelona 1,25 millones Valencia apenas recibe 250.000 euros, de los cuales sólo un 30% es de origen público. “Esto hace tres o cuatro años no era así, Valencia recibía una prestación de 900.000 euros, más o menos igual que la que recibía Barcelona”.

El bajo presupuesto se suma a la deuda que la Generalitat ha generado con Valencia Fashion Week que asciende a más de 400.000 euros. Por ahora se ha acordado un calendario de pagos que pretende dejar abonada el 50% de la deuda entre agosto y diciembre, algo que ha aliviado enormemente a la organización. La otra lucha que les queda es la mejora del convenio ratificado el año pasado que penalizaba a los diseñadores de fuera de Valencia a la hora de recibir subvenciones, algo que afecta en cierta medida al certamen ya que si se cierra el certamen sólo al diseñadores valencianos “los medios nacionales relegarían el desfile al ámbito local y perdería parte de su repercusión”. La fórmula perfecta para el éxito es dar prioridad a diseñadores valencianos pero con la participación de otros profesionales de fuera de la Comunitat para que otras ciudades se hagan eco del certamen y potencien su la imagen.

La última edición de VFW celebrada en el Ágora tuvo una asistencia de más de 20.000 visitantes llegados de todas partes de la geografía española además de público internacional y cuya retorno publicitario repercutió en más de 25 millones de euros. Álex Vidal, director ejecutivo de VFW confesó en rueda de prensa que la pasarela de Valencia generó en 2011 un impacto de 64 millones de euros, por lo que es  necesario tener en cuenta la repercusión del desfile. “Es una repercusión muy grande, por eso insistimos en que interesa el concepto que ofrece de Valencia. Una buena imagen del certamen y la repercusión que lleva aparejada es mejor campaña publicitaria de la ciudad que cualquiera lanzada por la Agencia Valenciana de Turismo.”

Pero no sólo mejora la imagen de la ciudad, sino que VFW fortalece el tejido industrial valenciano: gracias a la creación de esta pasarela –cuyo origen fue la ‘Pasarela del Carmen en 1999- han proliferado las agencias de modelos valencianas, empresas de montaje de escenarios, luces y sonido, o proyectos como el ‘Casting de Nuevos Modelos’. En esta edición 150 personas trabajarán directamente en la preparación del desfile y más de 250 estarán involucradas a través de los equipos de diseñadores, maquilladores y estilistas. 

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