Javier Ruibal, mestizo en un planeta sin formar

Todavía hay una oportunidad para ver y escuchar esta noche en la Sala Russafa de Valencia, la voz, la poesía y las bellas melodías que desgrana el cantautor gaditano Javier Ruibal en todas y cada una de sus composiciones. VLCNews no ha querido perderse esta oportunidad de su paso por Valencia para adentrarse en el universo musical y emocional de este gran cantante que mereciera un mayor reconocimiento del que tiene en este país, a pesar de su dilatada y extensa y cuidada carrera musical, siempre fiel a un estilo y una personalidad.

RECONOCIMIENTO QUE NUNCA LLEGA

Si no supiera que este país es tan párvulo en cultura musical y de toda índole puede que tuviera un cierto resentimiento al ver que uno entrega creaciones cargadas de emotividad y de buena factura en letra y música y no recibe a cambio más que una especie de gris indiferencia. Pero se que nos han machacado con seudo cultura, seudo arte, seudo música. Los dueños de un negocio contraculturas y deplorable, y ante eso, poco o nada podemos hacer los creadores. Para colmo, el público, en su ignorancia, no considera que es un caso de injusticia sino de mala suerte y …así estamos. Pero la alegría de crear no me la pudieron quitar nunca y ahí sigo haciendo las cosas, según creo, con mucha mayor cordura y con resultados más elevados, con eso ya me basta.

PERSONALIDAD MARCADA, FIEL A UN ESTILO

Siempre supe que no sería fácil conseguir mucho público, pero no ha sido nada difícil hacer las cosas bien. Al contrario, pienso lo mucho que habría sufrido basando mi trabajo en tentativas oportunistas cargadas de mediocridad y ramplonería. Seguramente, habría enfermado o me habría retirado hace mucho. Las cosas no hay que hacerlas como más convenga sino como se deben hacer. Eso no está relacionado sólo con mi vertiente creativa, personalmente, en la vida, me conduzco también así.

UNAS PALABRAS PARA SANTIAGO FELIÚ

Santiago Feliú era mi amigo y mi cómplice y me regalaba ese humo cargado de ironía que me hacia tan feliz…pero antes que eso era y será un artista excepcional y vanguardista que ha dejado en la música cubana y en la canción en español un sello inconfundible e inimitable. Y se me ha muerto con cincuenta y un años dejando un sinfín de canciones por escribir. Solo deseo que descanse y se alegré de aquí sigamos queriéndolo mucho. Cuba, nuestra amada Cuba, se queda huérfana de uno de sus hijos más libres y rebeldes. Ojalá se haga una reflexión profunda sobre sus canciones .En ellas había muchas cosas que aprender y poner en práctica para salir airosos del mal trago que supone el deterioro y la confusión del proceso revolucionario. Ojalá el inmovilismo tome en cuenta sus palabras.

QUÉDATE CONMIGO
Soy el que era con mi voz y mi palabra de ahora y mi armonía de ahora, que es más sólida y presenta mejor factura. La experiencia siempre sirve de mucho y este oficio es más de artesano popular que de artista de corte o alta escuela. Lo bueno es que he conseguido poner más humor para contar la cosas, quitar asperezas usando la ironía, emocionar, en fin, como lo hacía antes pero con nuevo temperamento. Ayuda el hecho de que las canciones cuentan historias muy dispares desde niños que trabajan a galanteos en vuelo sin motor, pasando por un triste homenaje a la decepción por la corrupción de los políticos que se decían de izquierda, o una canción de amor profundo a mi hija Lucía,  bailaora de flamenco, para recordarle que cuando baila no sólo está danzando sino que además se está comprometiendo con el universo.

A estas alturas de la vida uno también se desembaraza de cuadraturas e impedimentas y dice lo que siente que quiere decir.
Luego, musicalmente ha sido un placer que Javi mi hijo lo haya producido y que esté arreglado por Jose Recacha, mucha juventud y sabiduría la que me han regalado. Y el resultado es fresco y joven, como ellos.
Al escenario voy con Daniel Escortell al bajo; José Recacha guitarras; Diego Villegas armónica, saxo y flauta; y  Javi Ruibal, batería y percusión.
Una banda de gente hermosa, joven y muy buenas personas.
MESTIZO EN UN PLANETA SIN FORMAR
El estuche de una guitarra siempre me pareció una maleta que me llevaría por el mundo y me brindaría paisajes y afectos con generosidad. Desde el primer momento lo vi y lo aplique, así que fui recogiendo los sonidos y los lugares y me los llevé conmigo y desde entonces ando buscando la música total, la que recoge todas esas resonancias, quien sabe si buscando la música  de un planeta que aún no ha terminado de formarse.

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