La iglesia de Santa Catalina celebra su 775 aniversario

La iglesia valenciana de Santa Catalina ha celebrado este domingo el 775 aniversario de su fundación con una eucaristía presidida por el Arzobispo, monseñor Carlos Osoro concelebrada por numerosos sacerdotes vinculados con el templo.

   En la eucaristía ha participado con sus cantos el coro de la Universidad CEU-Cardenal Herrera y al término de la misa todos los sacerdotes concelebrantes han compartido una comida de fraternidad, ha explicado el rector de la iglesia, Francisco Ruiz.

La iglesia ha organizado diferentes actividades durante el año para celebrar el aniversario, según Avan que ha detallado que el templo acogerá los próximos 6 y 17 de junio, a las 20.30 horas, dos conciertos de las corales de la Universidad de California Palo Alto y de Illinois, en Estados Unidos, y en octubre está previsto que una orquesta filarmónica de Colonia en Alemania ofrezca un recital en la iglesia.

Santa Catalina fue el segundo templo valenciano, después de la Catedral, que mandó erigir el rey Jaume I tras su llegada a Valencia en el siglo XIII. El monarca, cuya hija se llamaba Catalina, dispuso dedicar la iglesia a la «patrona de los filósofos, prototipo para las mujeres cristianas por su basta cultura, formación académica y valentía ante su fe».

El templo gótico de santa Catalina consta de una nave central y dos laterales en las que se instalaron las capillas y que forman la girola en el ábside. En el siglo XVI el templo fue revestido con decoración clasicista al gusto renacentista y después de un incendio sufrido en 1548 fue reconstruido. En el año 1785, siguiendo la moda imperante, se le dio un aspecto barroco.

El campanario fue construido a finales del siglo XVII y principios del XVIII por el artista Juan Bautista Viñes. Es de planta hexagonal y tiene cuatro pisos separados por molduras así como el cuerpo de campanas y el remate final.

En el año 1936 la iglesia fue asaltada y destruida completamente. En la década de 1950 el templo fue restaurado y se devolvió su aspecto gótico original sin la decoración barroca y neoclásica. Asimismo, desde entonces está regido por la asociación sacerdotal de los operarios diocesanos.

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