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Los alimentos integrales

Los alimentos integrales, ¿qué es eso?.

Los alimentos integrales son un alimento muy completo, ya que conserva íntegro el grano del cereal y por tanto tendremos más fibra, vitaminas y mineral, pero realmente el ahorro calórico es escaso, apenas un 5%-10% por 100 gramos en el caso del pan o cero en otros productos, ya que depende del uso o no de grasa y azúcares para su elaboración.

Los alimentos integrales son saludables y necesarios, pero más bien por el aporte que nos dan de fibra, vitaminas y minerales. Y no olvidemos que todo en exceso es malo, en el caso de la fibra también, donde si nos empeñamos en comerlo todo integral podemos ocasionar una dificultad a la hora de absorber nutrientes, gases o enlentecimiento del tránsito intestinal.

Por otra parte se piensa que los alimentos integrales adelgazan por sí solos, cuando en realidad éstos no poseen efectos adelgazantes, y sí un efecto saciante.

Los beneficios de los alimentos integrales son:

El consumo habitual de alimentos integrales está relacionado con un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer de colon.

Mejora el control de la diabetes, especialmente la tipo 2, evitando grandes oscilaciones de la cantidad de azúcar en sangre. Además, previene su rápido avance en etapas iniciales. El alto contenido en fibra y su capacidad para absorber agua aumentan la sensación precoz de saciedad y facilitan el seguimiento de dietas hipocalóricas o de adelgazamiento. Los alimentos integrales son un buen recurso en la pérdida de peso, no porque aporten menos energía, sino porque se hinchan con los líquidos y producen la impresión de llenado antes de seguir tomando más alimentos y más calorías.

Evita problemas de estreñimiento, al aumentar el volumen de las heces y, con esto, la frecuencia y consistencia de las deposiciones. En este apartado es bueno hacer la diferenciación entre el arroz blanco y el arroz integral, totalmente opuestos en cuanto a su mecanismo de acción a nivel digestivo. El arroz blanco es claramente astringente y es muy apropiado para dietas suaves que se pautan en procesos diarreicos. En cambio, el arroz integral, al poseer el salvado externo, pierde su capacidad astringente y pasa a ser lo contrario, es decir, laxante, para ayudar en casos de estreñimiento.

La fibra entorpece la absorción intestinal de grasas y colesterol, y retrasa la de azúcares, mejorando el control en sangre de estos elementos. Esto tiene como consecuencia el menor riesgo de padecer arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares o colesterol en sangre.

La fibra contenida en el salvado se utiliza como elemento prebiótico, es decir, la flora bacteriana intestinal la utiliza para su desarrollo y crecimiento. Esta microflora es fundamental como primera barrera defensiva frente a agentes externos potencialmente peligrosos que entren en nuestro organismo, además de fabricar muchas sustancias vitales para nuestra salud.

Texto por Manuela Beneito Soria

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