Sí, así es. No habíamos terminado. Aún nos quedaban en la manga un par de museos extravagantes. A pesar de ser la publicación más corta, los museos que os vamos a presentar no dejarán indiferentes a nadie.
MUSEO DEL CALCETÍN
¿A quién se le podría ocurrir la idea de hacer un museo con el que homenajear a una de las prendas menos valoradas? ¡Pues a nuestros amigos los japoneses! Y es que a los nipones a rarezas no les gana nadie. El museo Nagai, que así se llama este lugar en cuestión, se encuentra en Tokio , a sólo unos minutos de la estación de tren de Asakusabashi. La colección contiene cerca de 22.000 pares de calcetines incluyendo el calcetín más largo del mundo, que mide la friolera de 32 cm de la punta al talón. También el museo cuenta con una exposición fotográfica que muestra cómo se tejía esta prenda antigüamente y cómo ha evolucionado su fabricación.
MUSEO DE LA PASTA
De Japón nos vamos a Italia, y que mejor que este país, cuna de los spaguetti, los fetuchini o los ravioli, para albergar un museo dedicado a la pasta. En Roma se encuentra este lugar que recoge las distintas tipologías de pasta existentes, y que no son pocas precisamente. El museo se divide en diferentes estancias entre las que destacan la Sala del Grano en la que se enseña la elaboración de este alimento, así como la Sala Napoli, en la que a través de distintas fotografías, se puede observar cómo personalidades y famosos de renombre internacional disfrutan de diferentes platos cuyo ingrediente principal es, como no, la pasta.
MUSEO DE LOS CURANDEROS
El museo de los curanderos o Museum of Questionable Medical Devices, se encuentra en Minneapolis (EEUU). En este centro se recogen métodos y remedios poco ortodoxos empleados por curanderos para tratar algunas enfermedades como la jaqueca o el dolor de estómago. Entre otros artilugios se exhiben aparatos de dudosa eficacia como un alisador de nariz, un aparato para rejuvenecer que funcionaba a través de ondas magnéticas que se trasmitían al paciente, o bien una máquina que servía para analizar las protuberancias de la cabeza. Como dato curioso debo decir que muchos de estos “inventos” se intentaron comercializar, aunque (afortunadamente para la humanidad) fueron rechazados por las instituciones sanitarias del momento por ser catalogados como perjudiciales para la salud.
MUSEO DEL ESPIONAJE
En Washington se encuentra este lugar que nos hará sentir como si estuviésemos en una película de James Bond. Aquí se exhiben más de 600 curiosos artefactos relacionados con el mundo del espionaje. Así podremos observar objetos tan insólitos como un par de zapatos cuya función era servir de transmisor, cámaras fotográficas que se esconden en un simple bolígrafo o paraguas que en realidad se pueden disparar porque son letales armas de fuego. Además el museo ofrece múltiples actividades para aquellos visitantes que quieran experimentar la sensación de sentirse como un verdadero espía, como, por ejemplo, una especie de gymkana, en la que los participantes deben tratar de esclarecer auténticas escenas de suspense a través de pistas.
MUSEO DE LA BASURA DE LOS FAMOSOS
Como su propio nombre indica, en este museo situado en Boston podemos ver aquellas cosas que las celebrities han tenido a bien arrojar al cubo de la basura. De esta manera dichos desperdicios se exhiben en vitrinas para deleite de los fans de algunos de estos personajes. La verdad es que para gusto los colores…
La variedad de temáticas y colecciones existentes es infinita, y seguro que existe un museo de lo más raro que podamos pensar.
Fuentes: El Rincón de la Sede , José Miguel Redondo, Los 40Viajes