S.O.S. Verano y niños hiperactivos

S.O.S. verano y niños hiperactivos. Según el psicólogo Tony Crespo son de todos conocidos los síntomas de un niño con Déficit de Atención e Hiperactividad: dificultad de concentración, dificultad en la capacidad de escucha, problemas en los hábitos de la vida diaria, son impulsivos y se emocionan con facilidad. Pero ¿qué ocurre en los tiempos de ocio como verano, en los que a estos niños y niñas se les rompen la rutina?. Según Crespo, cada vez hay más familias preocupadas por este tema y a menudo los padres tienen dificultades para entender el trastorno y su tratamiento; mientras que los expertos discuten si dicho trastorno ha existido desde siempre o se deben a «modas» inventadas por los profesionales de la medicina, las familias implicadas pueden hacer mucho para prevenir dicho diagnóstico y favorecer a sus hijos si ya han sido calificados como hiperactivos. Un niño/a diagnosticado hiperactivo, convive con dificultades más o menos grandes de concentración en sus quehaceres diarios, como hemos comentado al inicio. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) «Los síntomas empeoran habitualmente en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos, por ejemplo, escuchar o leer textos largos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas».

POSIBLES CAUSAS

El psicólogo Tony Crespo nos ha hablado de las posibles causas, una gran parte de la población médica valora que dicho trastorno se debe a un defecto genético o neurológico siempre y cuando se manifiesta con una intensidad que no resulta controlable, y no se debe a alteraciones normales en el transcurso del desarrollo escolar del alumnado. Sin embargo, aunque se han realizado ciertos estudios para descubrir alteraciones en la estructura o la química cerebral, hasta la fecha no se ha podido relacionar ninguna anormalidad con los síntomas, valorando incluso de si son la causa o la consecuencia de la situación que viven esos niños y niñas. Entre otras posibles causas para el desarrollo de dicho trastorno, hay diferentes estudios que también indican causas debidas a factores causales, como pueden ser el consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo, o bien a posibles infecciones durante la gestación y la infancia, complicaciones durante el parto, etc. si bien, estos mismos estudios también indican que las tasas más altas que presentan estos niños/as, se deben a infancias traumáticas en las cuales se han sufrido abusos o incluso los que han vivido en orfanatos y posteriormente has sido adoptados por nuevas familias.

PROBLEMAS FAMILIARES EN TIEMPO DE OCIO

La consideración de este trastorno como un problema familiar, según el psicólogo, viene debida a que el control del trastorno durante el tiempo escolar está controlado por educadores y profesores, pero en los tiempos de ocio, como navidades o verano, la ruptura en los hábitos escolares desencadena un sinfín de situaciones con las que los padres y familias deberán de lidiar. Algunos consejos para estas familias durante estos periodos, irían enfocados a crear un entorno estimulante en los que los niños y niñas pudieran contrarrestar el déficit y la discontinuidad escolar establecida.

Se recomendaría en la medida que fuera posible adaptar los juegos a actividades manuales en las que se diera rienda suelta a su imaginación, como por ejemplo juegos con piezas de construcción, castillos de arena o de barro, pinturas de mural o todos aquellos juguetes que no están estructurados, es decir que no sirven para jugar de una sola manera. Otros juegos aconsejables, serian aquellos juegos en que se fomenta la participación con adultos, ya que permiten una mayor interacción y unos estímulos activos. Para aprovechar las escapadas que todos podemos realizar a la montaña o a la playa en estas fechas, aconsejaría a estos padres, a reconocer las cualidades de sus hijos e hijas y dar rienda suelta en estos espacios naturales donde ellos puedan ser artífices de sus propias aventuras, sin planes ni salidas estructuradas, disfrutando del camino, con cada vaivén que se nos presente, no queriendo cambiar nada, ni pararnos a juzgar, tan solo como digo, disfrutando del momento. Debemos recordar que estos niños/as especialmente disfrutan cuando se ven envueltos en relaciones están basadas en el respeto y el afecto, cualidades constructivas que favorecen su desarrollo y su autoestima. Por el contrario cuando solo existen límites a sus riendas sueltas, los niños/as hiperactivas se frustran; prácticas como el refuerzo positivo o el modelado, serán de gran utilidad, especialmente cuando se explican claramente las normas a seguir, sin dejar flecos que les puedan llevar a confusión. No son admisibles los gritos, los enfados exagerados o las faltas al respeto ya que crearan el efecto contrario al deseado.

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