El secretario general de UGT-Cataluña y candidato a la sucesión de Cándido Méndez al frente de UGT, Josep María Álvarez, ha visitado este martes Valencia para explicar sus propuestas para los próximos cuatros años y al respecto ha recalcado: «hemos de dejar de hablar de nosotros y buscar soluciones a los problemas sociales».
Álvarez es el primero de los tres candidatos de UGT que se presentarán para sustituir a Cándido Méndez en el próximo congreso confederal de la central, convocado del 9 al 12 de marzo, en visitar Valencia. En los próximos lo harán actual el actual secretario general de la federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC), Miguel Ángel Cilleros, y el secretario general de UGT en Canarias y sindicalista proveniente de la Federación de Servicios Públicos (FSP), Gustavo Santana.
Al respecto, ha destacado que UGT está pasando «un buen momento» en la Comunitat Valenciana con «un nivel de respuesta más que aceptable». Así mismo, ha garantizado que si resulta elegido mantendrá unas reuniones con la junta directiva de UGT-PV para conocer sus necesidades y ha asegurado que habrá «una cooperación para encontrar salidas a los problemas».
En ese sentido, ha mantenido que hasta la fecha «se ha hablado mucho de nosotros, a veces de forma muy injusta», pero que a partir del congreso «hay que hablar de los problemas de la gente, de los trabajadores a los que hay que dar solución. «Tenemos que darles alternativas», ha recalcado.
Así, ha señalado que el sindicato «no está pasando por sus mejores momentos, sobre todo desde el punto de vista de la percepción social» a pesar de que en las empresas están «bien» con delegados «potentes y representativos». «Eso es el mejor de los capitales que tenemos», ha destacado.
De este modo, ha insistido en que la sociedad «necesita que seamos capaces de plantear soluciones a sus problemas como qué pasa con los que han perdido su empleo o su casa, con la jubilación de los parados mayores de 55 años, con los jóvenes que deben emigrar porque no tienen alternativa de futuro, o que en la reforma de la Constitución se logre blindar los derechos». Con todo, ha apuntado que ven con «ilusión un cambio político» y que con la esperanza de «poder comenzar a solventar» estos problemas.