Comedor de Casa Caridad

Español y mayor de 55 años, perfil de riesgo de pobreza en Valencia

Español y mayor de 55 años es el perfil de riesgo de pobreza en Valencia, según se desprende del X Informe de la Pobreza de Casa Caridad, que refleja, además que, por primera vez desde hace diez años, los españoles superan a la cifra de inmigrantes como usuarios de comedores sociales en la ciudad. El incremento de mujeres también invierte la tendencia y suponen un 52 por ciento de las atenciones que se realizan desde el servicio de comedor.

Según ha destacado la entidad, se trata de personas trabajadoras, profesionales con amplia experiencia laboral, que vivían sin preocupaciones hasta que, como muchos otros, fueron golpeados por la crisis económica que ha padecido España en los últimos años. En estos casos, este colectivo se ve lastrado por las dificultades para acceder al mercado laboral por parte de los mayores de 50 años.

Las personas con este perfil llegaron a los comedores sociales al comienzo de esta desaceleración y en la actualidad engrosan las cifras de la pobreza en Valencia. «Son las verdaderas víctimas que ha dejado la crisis», indica la entidad en su informe, elaborado por el Departamento de Trabajo Social de Casa Caridad. Durante el pasado año, Casa Caridad detectó un aumento de casos de personas nacidas en la década de los 60 que se acercaron para pedir ayuda ya que, a pesar de haber tenido una vida normalizada, una profesión y haber cotizado a la Seguridad Social, se encuentran ahora sin ingresos por falta de empleo, por haber acabado el subsidio y no tener derecho a ninguna prestación hasta la edad de jubilación.

El informe sobre pobreza considera determinante la pérdida de redes sociales y familiares, que, en algunos casos, ha venido motivada por la propia situación económica. Esta ausencia de apoyo contribuye al «empeoramiento» de las condiciones físicas, emocionales y económicas de estas personas, aumentando el riesgo de exclusión.

Desde la asociación,  resaltan que, ante la situación de pobreza, los trabajadores sociales colaboran a diario en la realización de los trámites administrativos necesarios para gestionar el acceso a ayudas sociales a las que tienen derecho sus usuarios (Renta Activa de Inserción, Renta Garantizada de Ciudadanía o pensiones). Además, han llamando la atención del sector empresarial para intentar establecer vías de colaboración que permitan a estas personas estar en activo el tiempo necesario para que puedan acceder a la pensión que les corresponde por derecho.

Desde la entidad, también, se realizan programas para potenciar la autonomía de estas personas y evitar que caigan en la exclusión como el taller de orientación laboral, que el pasado ejercicio realizó más de 100 atenciones y donde se orienta a los usuarios en la búsqueda de trabajo; el taller de visitas domiciliarias con el que se pretende realizar un seguimiento de las condiciones habitacionales de las personas desfavorecidas o el taller de vivienda, a través del cual se realizan las gestiones necesarias para que las personas atendidas puedan acceder a una habitación o vivienda de alquiler.

Comparativa 

Asimismo, el informe refleja que, por primera vez desde hace 10 años, los españoles superan a la cifra de inmigrantes como usuarios de comedores sociales en Valencia. A partir del año 2005 y hasta la actualidad, la cifra de extranjeros que solicitaba este tipo de recursos siempre ha ido creciendo frente a la de españoles, principalmente debido a la «masiva» llegada de inmigrantes sin redes de apoyo en la década de los años 2000 y a que éstos fueron los primeros en sufrir las consecuencias de la crisis.

Sin embargo, en los últimos años, desde Casa Caridad se ha venido alertando del incremento del número de españoles que necesitaban de los servicios de la asociación. En 2015, y por primera vez desde hace una década, los españoles se convirtieron en mayoritarios en los comedores de Casa Caridad, con un 51 por ciento, un recurso que durante los 365 días del año sirve alimento a todo aquel que lo necesite. Según la entidad, este cambio en el perfil de las personas «desfavorecidas» se debe principalmente al «retorno de ciertos inmigrantes a sus países de origen dada la difícil situación económica que vive nuestro país y a la cronificación de las situaciones de pobreza que han afectado durante estos últimos años a la población española».

Junto al aumento del número de españoles también ha habido otro cambio de perfil muy significativo: la feminización de la pobreza, ya que las mujeres, en muchas ocasiones acompañadas de sus hijos, ya representan el 52 por ciento de las atenciones realizadas desde todos los comedores de Casa Caridad y superan por primera vez al número de hombres. En 2005, solo el 12 por ciento de comensales de Casa Caridad eran mujeres.

La entidad valora como «muy preocupante» la situación ya que aparejada a la llegada de mujeres va la de niños. De hecho, una de cada cuatro personas que acudieron durante 2015 a comer a la institución fueron menores, un colectivo «prácticamente inexistente hace 10 años».

Este notable incremento en el número de menores atendidos contrasta con la disminución que se detecta entre las personas de 18 a 40 años que han registrado un descenso de 10 puntos porcentuales como usuarios de los comedores de . Las personas que tienen entre 41 a 65 años son el grueso mayoritario (45 por ciento) y han incrementado su asistencia en cinco puntos porcentuales debido, principalmente, a ese aumento de españoles mayor de 50 años que no tiene posibilidades de incorporarse al mercado laboral.

Ir arriba