Si otros pudieron, yo puedo, si otros no pudieron, yo puedo ser el primero, esto es la ley de la atracción. Muchas veces la gente cree en ti porque deseas hacer cosas que otros ya han hecho y eso es lo fácil, por ello cuando le dices a tu madre: mama quiero ir a estudiar a la universidad, y te dicen claro eso lo hace todo el mundo y tú también, pero si le dices voy a inscribirme en una beca para irme a Groenlandia la cosa cambia, porque si nadie de la gente que conocéis lo ha hecho parece más difícil y por lo tanto nadie te apoyará, pero cuando pensamos, «pues si nadie lo ha hecho yo voy a ser el primero», y con sus dificultades lo alcanzas para los demás eres un privilegiado, todo el mundo te felicita, pero cuando ya lo hacen miles es algo normal, así nos pasa con nuestra vida si queremos ir al ritmo de los demás nos dicen que somos normales, pero si haces algo diferente a todos ya no eres tan normal.
Personalmente me gustan las personas que se arriesgan hacer cosas diferentes, ahí ves que su confianza esta al máximo, lo intentan porque creen en el éxito y si no sale bien lo vuelven a intentar, esas son las personas más felices, aquellas que cuando algo parece difícil piensan a lo mejor sale bien y soy el primero en disfrutar de esta exclusiva experiencia.
Cuando más dificultades hay en la vida, como una crisis financiera, espiritual o emocional, más fuertes salimos y más creativos nos hacemos, cuando vivimos una vida con todo hecho, la humanidad se queda estancada y menos creatividad hay en el planeta.
Agradezco a todas aquellas personas que salieron triunfantes de una situación difícil y que gracias a ellas el mundo avanza, en tecnología, en paz, en éxito y sobre todo aquellas personas que hacen crecer el amor hacia los demás cada día.
Texto por Mayar Mora