El director Álex de la Iglesia rueda en Valencia su última película, ‘El Bar‘, un thriller que traspasa todos los límites y donde caen todas las máscaras y que, según ha admitido, ha sido un reto a nivel de dirección.
El nuevo largometraje del realizador bilbaíno sigue la línea marcada por otras de sus películas como la reciente ‘Mi gran noche’, ‘La comunidad’ o ‘800 balas’ al centrarse en un entorno cerrado, una cafetería en el centro de Madrid, y contar con un elenco de personajes absolutamente heterogéneo.
El nuevo thriller de Álex de la Iglesia arranca un día a las nueve de la mañana, mientras el grupo se encuentra desayunando y uno de ellos recibe un disparo en la cabeza al salir por la puerta. A partir de ahí, nadie se atreve a socorrerle porque están atrapados.
Aunque no ha querido desvelar más detalles sobre la trama para «no reventar la sorpresa», De la Iglesia ha explicado que la historia es una idea que le ronda desde hace años en la cabeza y que no «dio con el conflicto hasta que no paso algo muy importante en este país» que no ha querido concretar. «Cuando la gente acuda al cine a ver la película lo entenderá», ha sostenido.
El barullo de la sociedad
El largometraje transcurre prácticamente en el mismo espacio, un bar en el centro de Madrid, si bien el director ha señalado que no quiere plasmar la vida cotidiana en una cafetería «si no que es un truco narrativo para contra otra cosa». «Ejemplifica a un tipo de sociedad: la nuestra, es decir el barullo en el que vivimos», ha puntualizado.
El exdirector de la Academia de Cine espera finalizar a lo largo de este mes de marzo el rodaje de esta producción que se empezó a filmar el pasado 8 de febrero en Madrid y que espera estrenar «a principios del año que viene».
Con guión del propio director y Jorge Guerricaechevarría, el reparto de ‘El Bar’ está formado por actores con los que De la Iglesia ha trabajado anteriormente: desde una «pija» que entra al café a cargar el móvil y «no debería estar allí», Blanca Suárez; el «hipster» Mario Casas que va al bar «porque para él es moderno»; una ludópata encarnada por Carmen Machi; y el camarero Secun de la Rosa, a los que se une un plantel de intérpretes formado por Terele Pávez, Joaquín Climent, Jaime Ordóñez, Alejandro Awada, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky y Mamen García.
La perfección de como obra de teatro
Por su parte, Carmen Machi ha señalado que se trata de un rodaje «peculiar» porque en todas las escenas ha estado todo el reparto junto. «Es un trabajado fabuloso, pero incomodo y agotador que favorece mucho el espectáculo», ha destacado la intérprete quien cree que la película sería «una obra de teatro perfecta».
En esta línea, la actriz Blanca Suárez ha destacado que en el rodaje se respira «mucha confianza y familiaridad tanto para lo bueno como para lo malo». «Con una mirada te entiendes y nos necesitas andarte con rodeos», ha dicho.
Por otra parte y preguntado por su personaje, Mario Casas ha señalado que éste es un hombre «moderno que sigue una moda y se cubre como con una máscara». «Es el personaje más complicado de los que he interpretado con Álex de la Iglesia«, ha admitido.