Las remontadas tienen ‘copyright’ valenciano. Un tiro libre de Rafa Martínez a falta de solo cuatro décimas para el final del partido dio al Valencia Basket el pase a las semifinales de la Copa del Rey ante un Laboral Kutxa que dominó el encuentro durante más de 30 minutos, pero que se vio superado en el tramo final por el saber hacer de los ‘taronja’ en los minutos finales.
Se había hablado mucho de la ‘tradición copera’. Repetido hasta la saciedad por cada uno de los jugadores del Valencia Basket que habían pasado por un micro durante la última semana, la realidad fue que esa historia, esa afición que siempre arrastra el Laboral Kutxa detrás, empezó dominando los primeros compases a raíz de Tibor Pleiss.
La mejor arma vasca arrancó con la pólvora preparada. Juanjo Triguero, encomendado a una misión harto complicada, se vio obligado a regresar muy pronto al banquillo con dos faltas (3-6, min. 3). El ataque valenciano, por su parte, estaba espeso y solo el lanzamiento exterior de Van Rossom y Martínez daba aire a los ‘taronja’. Mucho más metido en partido, el equipo de Scariolo encontraba más fluidez en el pase y mejores porcentajes (9-16, min. 6).
Ahí vivían y morían los pupilos de Perasovic. Brillantes de tres y horribles de dos. Hacía falta algo de inspiración individual y Bojan Dubljevic logró cinco puntos consecutivos que albergaban esperanzas. De cualquier forma, Andrés Nocioni también sabe que de grandes actuaciones está hecha la Copa del Rey. El argentino completó una primera mitad de escándalo, casi con proyección de triple-doble, y mantuvo la distancia en el electrónico (17-26, min. 10)
El ‘black power’ formado por Lafayette y Sato hizo acto de presencia nada más comenzar el segundo cuarto, tal y como sucedió frente al Barça. Además, la defensa ‘taronja’ dio un paso al frente con Lishchuk cerrando con candado la pintura (23-28, min. 12). Vale, quizás el ataque seguía con el freno de mano puesto, pero las tornas habían empezado a cambiar…
….hasta el regreso de Nocioni y Pleiss. Los problemas para defender al pívot alemán eran exagerados: ni Triguero había podido con él, ni Lishchuk lo hacía ahora. Al menos, el ucraniano le enseñó el camino al banquillo con su segunda personal (26-37, min. 17). Una las claves del Valencia Basket es el juego en transición y era el Baskonia, mucho más concentrado en qué hacer, el único que podía hacerlo (35-45, min. 20).
‘Peras’ probó con un quinteto de bajitos para dar intensidad a los suyos. En definitiva, dos bases en pista para dinamitar el partido. Aunque el problema seguía apellidándose Pleiss, ahora los vascos descubrían el suyo: Oliver Lafayette (44-49, min. 24). Cual guion del duelo ante el Barça, el choque se tornó mucho más físico (el pique entre Lishchuk y Hamilton daba muestra de ello) y eso benefició directamente a los intereses ‘taronja’ (48-51, min. 26).
Tocaba dar el golpe en la mesa, pero dos balones perdidos por el base de Luisiana, agotado por su gran defensa, lo impidieron. El momentum que tantas veces ha ido a favor de los valencianos esta temporada ahora pertenecía al Chapu y su casta argentina. Las caras de los jugadores eran un reflejo de una situación inesperada: el tiempo iba agotándose y el empuje no era suficiente (55-62, min. 30).
Pero si en algo puedes confiar es en este equipo. Un triple de Van Rossom acompañado de una antideportiva de Lamont Hamilton colocaban al Valencia Basket a una sola posesión. Todo el rato por detrás y una canastón de Rafa Martínez culminaba el 7-0 de parcial (60-62, min. 32). La quinta falta personal de Tibor Pleiss, bastante evitable, echó una mano inesperada de cara a un tramo final de infarto (65-65, min. 35).
Como una prórroga de cinco minutos, el primer minuto demostró los nervios presentes en la búsqueda de las preciadas semis. A Dubljevic, superado por la ocasión, se le escapó de las manos una bandeja casi hecha mientras Hodge anotaba con demasiada facilidad. Para contrarrestarle apareció un soberbio Rafa Martínez que anotó cuatro puntos seguidos y devolvió la igualdad (69-69, min. 38).
Y fue el capitán quien decidió el partido. Un tiro libre tras recibir una falta a falta de solo cuatro décimas selló la enésima remontada valenciana en las últimas semanas. Una que vale unas semifinales en las que el Valencia Basket da miedo (74-73, min. 40).