A vueltas con el cuarto central

Lo peor es tener tiempo para pensar. El día a día en el deporte no te permite demasiado tiempo para darle vueltas a las cosas. Y eso que, en muchas facetas de la vida es bueno, en el fútbol no. En el fútbol es horrible. En esta semana de descanso hemos descubierto que Bale esta semicojo. Que el padre de Neymar era un teatrero que se tiraba mas que el hijo. Que Reina y Casillas confesaban sus problemas sentados en el banquillo. Que… En fin, mil historias irreales que nos han divertido un poco. En el Valencia tenemos un nuevo tema de debate. Esta vez todo se centró en la necesidad de tener o no tener un cuarto central. A partir de aquí, mil opciones.

La marcha de Rami deja un tanto coja a la defensa, pero recordemos que estamos hablando del cuarto central, no del titular indiscutible y ‘cacique’ en la zaga. El cuarto central, sin exagerar mucho y contando lo floja que es la competición europea y la Copa del Rey, puede acabar jugando diez partidos. Y ya me parecen muchos. Habitualmente partidos de segundo nivel, de una exigencia bastante menor a los de la dura competición. Es decir, que estamos dándole vueltas a un jugador que ocupará el vigésimo o vigésimosegundo lugar, mínimo, dentro de la rotación de la plantilla del Valencia.

Llevamos hablando de cantera, de valencianismo, de jóvenes un tiempo ilimitado y somos incapaces de apostar por uno de ellos para diez partidos. Si así es, que no lo dudo, lo mejor es plantearse cerrar la cantera y dedicarnos a otra cosa.

El Valencia ha sido un vivero infinito de defensas salidos de las categorías inferiores. Los Tendillo, Arias, -aunque jugara más como líbero-, Voro, Giner, Camarasa… surgieron del trabajo de Paterna. Y surgieron porque alguien apostó por ellos. Todos recordamos sus inicios y, quitando el caso de Tendillo, no fueron fáciles. Pero el tiempo los puso en su sitio y dio importancia en la historia del club.

Si con 23 años un jugador no está para subir al primer equipo, dejemos de tomarle el pelo al chico y vendamoslo a otro equipo, o que tenga libertad para elegir su futuro. Y si la excusa es que todos son zurdos, pues sigamos con estas historias surrealistas.

Pensar que no somos capaces de sacar un central ‘de la casa’ me horroriza, y debería ser punto de reflexión importante en el valencianismo, y mas en este que vende como pocos los presuntos ‘valores de la cantera’. 

 

Carlos Egea (@cegeavivo)

Periodista NOU Radio

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