Era un encuentro para despejar las pocas dudas que dejó la dura derrota ante el Real Madrid. Y qué mejor que hacerlo ante la defensa alternativa que planteó el Estudiantes desde un inicio: a base de triples, transiciones y balones interiores a Lishchuk la proposición madrileña cayó en saco roto, aunque el acierto desde el perímetro era recíproco en el otro lado y el Valencia Basket no pudo romper el partido desde un inicio (13-11, min. 5).
Si había un factor que definía la ventaja ‘taronja’ era el juego interior. Doellman y Lishchuk se comían a sus pares en la pintura, sobre todo a un Uros Slokar que apenas podía hacer nada para frenar al center ucraniano (19-16, min. 7). La entrada de Dejan Ivanov cambió en parte dicha dinámica y dio a los visitantes la dureza necesaria para dar la cara en una plaza complicada como la de Valencia. Nueve puntos consecutivos del pivot búlgaro permitieron al Estudiantes aguantar el festival anotador valenciano al final del primer cuarto (28-24, min. 10).
La cuestión era si eran capaces de aguantar el ritmo anotador de los locales. La respuesta era sí, pero no solo por la inspiración de un Ivanov colosal desde la línea de tres, sino también por la permisividad valenciana en defensa. Dubljevic y Triguero se mostraban superiores en la otra canasta, pero Perasovic se desesperaba por las facilidades que ofrecían en su pintura. Así, un improvisado festival de triples hizo que los visitantes se pusieran por delante gracias a una suspensión de Xavi Rabaseda (37-38, min. 15).
Sin embargo, cuando los pupilos del entrenador croata pusieron algo más de intensidad el partido cambió. Y es que es complicado que un equipo con tan poca rotación y sin pívots como el Estu plante cara en la Fonteta durante 40 minutos (43-38, min. 17). En los últimos cinco minutos antes del descanso, los visitantes solo pudieron anotar cinco puntos. Una renacida defensa y un par de chispazos de Van Rossom y Lafayette neutralizaron el ímpetu colegial y el Valencia Basket se marchó al descanso con un ventaja irreal, pero merecida (53-43, min. 20).
Con un acierto desmesurado, la segunda parte pareció el mismo sendero de la primera, lo cual era buena noticia para los colegiales, que no terminaban de desengancharse a pesar del mal encuentro de Kyle Kuric (58-49, min. 22). Fue un espejismo. La ventaja ‘taronja’ se estabilizó entorno a los 10 tantos, pero la anotación se frenó en seco por el paso adelante de ambos conjuntos en defensa (65-53, min. 26).
El primero de los dos que despertara de la ‘caraja’ se iba a llevar la victoria y el Valencia Basket tenía la comodidad de jugar ante su público. Por ello, la defensa zonal era una opción a la que Vidorreta quiso recurrir de nuevo. No obstante, a diferencia de otro encuentros, esta vez los locales sí supieron atacarla bien y, comandados por la buena dirección de Van Rossom y los puntos de Dubljevic, mantuvieron el ‘statu quo’ del choque (74-61, min. 30).
La victoria estaba asegurada mientras hubiese control en el apartado de los balones perdidos. Nada de que preocuparse con el base belga en pista. Por su parte, el Estudiantes se mantenía flote como podía pero no daba sensación de pelear por algo más que dar la cara y evitar una dolorosa humillación (80-66, min. 33).
Como ya es habitual en La Fonteta, solo quedaba dar un poco de espectáculo y evitar cualquier otro tipo de lesión de cara a la cita del domingo ante el Cajasol en Sevilla (92-75, min. 37). Los valencianos intentaron llegar al centenar de puntos, pero no lo lograron. No importó, porque la décima victoria en Liga Endesa estaba en el bolsillo (96-84, min. 40)
Ficha técnica:
96.- Valencia Basket (28+25+21+22): Van Rossom (16), Rafa Martínez (5), Sato (7), Doellman (11), Lishchuk (13) -cinco titular- Triguero (4), Ribas (12), Dubljevic (21) y Lafayette (7).
84.- Tuenti Móvil Estudiante (24+19+18+23): Colom (10), Miso (8), Rabaseda (8), Banic (10), Slokar (1) -cinco titular- Jaime Fernández (11), Vicedo (2), Kuric (11), Rubio (4) e Ivanov (19).
Árbitros: Conde, Castillo y Manuel. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.500 espectadores.