Los más de siete millones de euros que el Valencia fijó por la opción de compra de Adil Rami son una cantidad que el Milan no está dispuesto a pagar. Desde hace meses, la estrategia milanista es clara: apurar los plazos al máximo y tensar la cuerda en la negociación, aunque incluso cuando Braulio todavía era director deportivo del Valencia se tenía claro que el equipo italiano haría un esfuerzo por hacerse con el central galo.
Los meses han pasado y Rami, tras su cesión al Calcio en noviembre, se ha consolidado como indiscutible en el centro de la zaga milanista, aunque los resultados en la Serie A han sido decepcionantes y el equipo no jugará competición europea la temporada que viene. El futbolista tampoco ha sido convocado por Deschamps para el Mundial.
Llegó el lunes 19 de mayo -fecha tope para que el Milan ejecutase la opción de compra– y los ‘rossoneri’ no dieron el paso. Se quedaron en una oferta de unos 4 millones de euros que el Valencia rechazó de plano.
Sin embargo, el Milan ya tiene el ‘plan B’ listo: si el Valencia no acepta cobrar menos de 7 ‘kilos’ por el francés, los italianos tratarán de incluir a otro futbolista en la operación a cambio de subir ligeramente su puja a 8 millones. Y ese jugador es el también galo Aly Cissokho, cedido esta campaña a un Liverpool en el que ha tenido una presencia prácticamente testimonial.
El objetivo del Milan, de este modo, sería obtener dos jugadores por el precio de uno para así revolucionar su maltrecha zaga. «Ya hemos dicho que no a Valencia por la opción de compra que se fijó en su día, pero el viernes mantendré una reunión con sus dirigentes en Lisboa» -con motivo de la final de la Champions- «y se iniciará una nueva negociación. Rami quiere quedarse «, dijo el director general rossoneri, Adriano Galliani, a Milan Channel.
Galliani propondrá esta solución dentro de unos días al Valencia, que se ha topado con la imposibilidad de ‘colocar’ a Cissokho dada su escasísima aportación en los meses que ha militado en el Liverpool.
El Milan sabe que Rufete no cuenta con el lateral zurdo galo –Juan Bernat y Gayà van a ser los jugadores que ocupen esa demarcación- y una incorporación en ese puesto reforzaría una zaga la milanista, en la que va a haber muchas modificaciones este verano en función de su nuevo inquilino en el banquillo tras la marcha de Seedorf.