Abierta desde hace una semana una nueva etapa en el Valencia CF, la declaración de intenciones apunta a la ruta de un club que consiga emerger nuevamente conforme a los patrones de modernidad que marca el futbol del siglo XXI. Aunque la realidad definitiva la marcarán el tiempo, el aval de marras y la pelotita, las líneas básicas estipulan una fuerte presencia de las raices y de la búsqueda del respeto ajeno partiendo desde la base de la veneración a los referentes propios.
Para finalizar la receta de la alquimia ideal, debe perseguirse la expansión de la marca Valencia CF para buscar patrocinadores. Esa será la guinda que marca la hoja de ruta perfecta.
Encontrándome fuera de Valencia este fin de semana por motivos personales, me «tragué» el amistoso de la selección española en Miami contra Haití. En aproximadamente dos horas de ‘prime time’ en España y de expansión de marca en parte de la comunidad hispana en EEUU sólo hubo dos referencias que puedan ayudar a la proyección de la marca Valencia CF más allá de Requena.
La primera era el nombre y el escudo del club en las vallas publicitarias del campo cuando anunciaban la participación del conjunto de Mestalla en la famosa «Champions del verano» junto a Milan, Juve, Chelsea, Real Madrid, etc… Un tanto que deben anotarse los actuales responsables del área de marketing.
La otra, la presencia de Roberto Soldado en la segunda parte del encuentro. En un Valencia que no va sobrado de referentes -escribo estas líneas minutos después de conocer el adiós de Albelda-, el reflejo de la figura de Roberto Soldado debería ser un buen espejo donde se mire el Valencia CF del futuro.
Soldado es un referente. La imágen más reconocible del Valencia fuera del entorno del club. Valenciano y triunfador.
Soldado es respetado porque se respeta a si mismo. Él marca su esfuerzo, sus metas y sus tiempos. No admite injerencias de terceros en su ambición ni en la dirección de sus pasos. Y oigan, mal no le va… 24 goles en Liga, nada menos. Desde los 28 tantos de Villa en la 2008-2009, nadie recuerda un «9» con tanto acierto.
No desfalleció cuando le dijeron que no entraría en la lista de Del Bosque para la Confederaciones, ni cuando aseguraban que sería uno de los tres descartes (joder con algún «Sandro Rey» que anda suelto), ni se arredró cuando le colgaron la etiqueta de «violento» tras un roce con Radamel Falcao -el predilecto de algún poder fáctico de la M-30 para dentro. Incluso ya dispone de una biografía escrita. No muchos futbolistas del Valencia pueden decir lo mismo.
Soldado decide la ruta y la ejecuta. Me gustaría que el Valencia que viene se reflejara en el espejo de esa conducta: valiente, independiente, luchadora, honesta y leal.
Es un buen referente en el que fijarse. Valenciano, triunfador y vehículo en la expansión de la marca Valencia CF. Espero que los nuevos responsables tomen nota. Sería un buen arranque.
Manolo Montalt (@ManoloMontalt)
Director de La Taula Esportiva de Radio Nou