Este fín de semana ha finalizado la edición 2013 del Campus Femenino de la Fundación VCF. Una semana en la que las jóvenes futbolistas han disfrutado de lo lindo en la Ciudad Deportiva de Paterna aprendiendo y divirtiéndose al mismo tiempo. Una de esas niñas lo ha hecho de forma gratuita gracias al concurso que VLC NEWS organizó hace unas semanas. El director deportivo de la Fundacion Valencia CF, Carlos de Lera, es a su vez el ‘alma mater’ de los campus de verano, y atendió a este medio hace unos días para explicar los proyectos sociales de base que prentenden impulsar.
En un momento de crisis actual, el regalo que hemos realizado a estos dos niños es más que bienvenido. Especialmente me interesa el crecimiento que está experimentando el fútbol femenino.
Lo cierto es que los resultados lo demuestran: es la cuarta temporada del VCF Femenino con ese nombre, y la escuela está creciendo muchísimo. Se ven los frutos de ese trabajo. A nivel educativo está muy bien, los técnicos están muy integrados, en Beniferri se percibe ese ambiente familiar pese a la dimensión del Valencia. Con la apuesta de los nuevos rectores del club por el fútbol femenino, creo que va a haber un crecimiento importante.
Quieren darle un nuevo impulso. Quieren hacerlo un referente.
Con muchas de las actividades que hacemos en el extranjero te das cuenta de la repercusión que tiene el Valencia fuera de nuestras fronteras. Mucho más de lo que creemos cuando estamos aquí. El Valencia debe buscar una visión global, fomentar el fútbol femenino, llegar a ese colectivo valencianista que quiere formar parte del club. Uno de los objetivos de la Fundación siempre ha sido internacionalizar la marca de nuestro club.
Esto también ayuda a modificar la imagen de la Fundación VCF: de dueño del club a lo que realmente es, un organismo que se dedica a una labor social.
La Fundación VCF tiene día a día mucho trabajo detrás, con poca gente pero muy volcada en el proyecto y buscando llegar a la máxima gente posible. Las actividades que realizamos llegan a muchos colectivos y logramos crear un alto grado de fidelidad y participación de los chavales que acuden a nuestros campus. Y también un alto grado de satisfacción.
Los campus veraniegos ya son un clásico… ¿Cuántos años llevan haciéndolos?
Este verano el campus principal cumple su decimotercera edición, y hemos querido centrarnos en la marca ‘Campus VCF’, independientemente de la edición.
Y siempre intentan Ustedes que acuda algún jugador de la primera plantilla.
Suele coincidir con el inicio de la pretemporada del primer equipo, es un periodo de trasiego para todos. Para los niños es una pasada poder ver de cerca a un nuevo fichaje, y creo que para los jugadores también es importante tras firmar por un club como el Valencia sentirse recibido así. Los niños les transmiten un calor que ellos agradecen.
Amadeo Salvo quiere que los jugadores se acerquen a los chavales a diario en Paterna. ¿Ayuda el campus a eso también?
Evidentemente el mayor reclamo es el nombre de nuestro club y los jugadores. Por ejemplo, en el campus principal los chavales desayunan en el mismo comedor que los jugadores. Es importante esa interacción y que los jugadores estén predispuestos a participar. Generalmente lo conseguimos. También hay que entender que no nos podemos comprometer, porque va en función del calendario de pretemporada. Este año empiezan el día 8, se marchan el día 10, y esos dos o tres días seguro que colaboran.
¿Cómo va a servir la nueva importancia adquirida de la Fundación VCF para consolidar los campus de cada verano?
El día a día de la Fundación va a seguir siendo el mismo. Intentar cada vez llegar a más colectivos y abrir nuestro abanico de actividades, que es nuestro objetivo fundacional. Estas actividades pueden ser deportivas o sociales, pero siempre intentando transmitir unos valores y el sentimiento valencianista.