Habrá séptimo partido entre Heat y Spurs

Miami Heat y San Antonio Spurs le ofrecieron a los aficionados al baloncesto un ‘instant classic’, uno de esos partidos que entran en la leyenda de las Finales de la NBA tras el 103-100 con el que los Heat forzaron el séptimo y definitivo partido. Algo que durante buena parte de la segunda parte estuvo en entredicho mientras los Spurs disfrutaban de su excelente juego colectivo y de la calidad de Leonard y Parker.

Tim Duncan había hecho la faena en un primer tiempo sublime de uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte, que con 25 puntos en los dos primeros cuartos mantenía vivas las posibilidades de que su equipo se proclamase campeón. Aún así los Heat aguantaban el reto tejano con el regreso de Battier -3 de 4 en triples- y la aportación de Mario Chalmers. Spoelstra decidió tener una rotación de sólo ocho hombres que tuvieron que sufrir para volver a la vida en el American Airlines Arena.

El rebote y las pérdidas de balón estaban igualadas, pero la defensa de los Spurs y sus contragolpes marcaban la diferencia mientras la ventaja a favor de los visitantes crecía hasta los 13 puntos. Se repetía el guión de hace dos años ante los Dallas Mavericks en el mismo escenario y también en el sexto partido, por lo que hacían falta cambios que alteraran el curso de la historia. Y de eso Lebron James sabe mucho.

El mejor jugador del mundo se quitó su famosa y tradicional cinta de la cabeza y con Wade y Bosh –hoy bastante discretitos- sentados en el banquillo, lideró la remontada de su equipo ante el delirio de la afición de Miami. Sus canastas, pero sobre todo su intensidad en defensa donde protagonizó un gran tapón sobre Duncan, activaron al resto de compañeros que creyeron en la remontada. El colapso en ataque cambió de barrio y las ideas se agotaban en unos Spurs que esta vez tuvieron la noche desacertada de Ginóbili y Green.

Aún así a falta de 20 segundos los Spurs mandaban por cinco cuando Lebron James echufó el triple que ponía a los Heat a dos puntos. Falta sobre Leonard y tiros libres de los que sólo metió uno, dando la posibilidad a que una leyenda como Ray Allen forzara la prórroga con un triple casi imposible y que sólo Dios quiso que entrara. El último aliento de los Spurs se apagó con el fallo de Parker que dio paso a un tiempo extra donde todavía se agrandó más la figura de Lebron.

Certificando su ‘triple-doble’ de 32 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias, el segundo de esta final NBA 2013, finiquitó las ilusiones de los Spurs. Ginóbili perdió la bola en el ataque que podía haber mandado el choque a la segunda prórroga y el campeón se decidirá el próximo jueves en la ciudad de Miami.

Ir arriba