El equipo valenciano ha vivido una noche de celebración junto a todos sus aficionados, deseosos de ver las caras nuevas a una semana de que comience la temporada. Chavero, Mathias, Adrià, Perona y Cubillas han notado por primera vez el calor de la familia de Huracán antes de afrontar el partido de presentación contra el histórico Castellón.
La primera parte demostró que los actos previos al choque le habían sentado mucho peor a los locales, mientras que los visitantes salieron con mucha concentración además de un alto nivel de eficacia sobre la portería contraria. El 0-2 del descanso evidenciaba la diferencia de intensidad entre ambos conjuntos, aunque todavía había tiempo para soñar con la remontada.
Y los pupilos de Iñaki Alonso se pusieron manos a la obra, sabedores de que no podían permitirse una derrota de este estilo a pocos días del estreno liguero y además ante una ilusionada afición en Manises. Seis minutos mágicos bastaron para enloquecer a una grada que celebró por todo lo alto el gol de Javi Navarro que recortaba distancias en el 72 junto al doblete de uno de los fichajes de este verano como Cubillas.
Los valencianos aguantaron el resultado mientras la afición disfrutaba de una noche que finalizó levantando la segunda edición del Trofeo Ciudad de Manises, el preludio de una temporada que debe ser la del ascenso a Segunda División para el club presidido por Toni Hernández.