«El equipo ha respondido bien en un campo tan difícil como este, donde tuvimos la opción de cerrar el partido, pero el arreón final de ellos nos ha metido atrás, y nos vamos con la sensación de que podíamos haber conseguido los tres puntos», afirmó el mediocentro defensivo del Valencia.
Considero que el partido fue «muy atractivo para todos», ya que «la afición rival aprieta mucho, huele a fútbol este estadio». Lo único que faltó fue el remate final: «El equipo ha ganado mucho en cuanto a solidaridad, creo que por momentos hemos tenido fases de buen juego. El único pero ha sido no matar el partido cuando veíamos herido al rival».
«Hay que seguir dando pasos hacia delante y no dar ninguno hacia atrás», añadió Javi Fuego en la zona mixta del estadio bilbaíno.
Sobre la evolución y la mejora global considera que «todo el grupo nos hemos dado cuenta que había cosas que cambiar, nos hemos hecho más fuertes como grupo. Dejamos menos opciones al rival, y el buen juego debe llegar porque tenemos futbolistas de talla mundial», afirmó.
Sobre su actuación personal está «muy contento por la confianza del mister», ya que reconoce que venir al Valencia «era un sueño». Ahora que le está tocando «jugar muchos minutos, voy a seguir peleando como un niño para que nadie me quite esto», confesó.
Por último, fue otro de los jugadores en hablar de las famosas fotos del vestuario: «Es para demostrar a la gente que el vestuario siempre ha estado unido pese a los malos momentos», añadiendo para finalizar que pese a que ahora le toca jugar a doces o trece futbolistas, «hay una plantilla muy amplia y seguro que los futbolistas que no están jugando ahora van a aportar mucho a lo largo de la temporada».