‘Manudona’ al rescate

Sorprendió Popovich sacando de titular a Ginóbili, sin duda todo un guiño al argentino que todavía no había aparecido en la final NBA 2013, y el de Bahía Blanca respondió a la confianza de su técnico como sólo saben hacer los más grandes, dominando, El primer cuarto vio siete puntos y tres asistencias de ‘Manudona’ para que los Spurs dieran el primer arreón en el marcador, un acelerón que mantuvieron Tony Parker, Tim Duncan y Kawhi Leonard.

Miami sobrevivía a base de correr y desde la línea de tiros libres pero a mitad del segundo cuarto la ventaja para los Spurs era de 16 puntos. Los Heat necesitaban una respuesta inmediata que llegó de la mano de sus dos estrellas James y Wade. Entre ambos subieron el nivel defensivo de su equipo y de nuevo aprovechando las pérdidas de balón tejanas devolvieron la igualdad al marcador muy cerca del descanso, aunque ahí estaba Ginóbili para dejar la diferencia en nueve puntos a favor de los Spurs con acciones de mucha calidad en el uno contra uno.

El inicio del segundo tiempo fue fulgurante por parte de unos Heat que con siete puntos consecutivos de Lebron James llegaron a ponerse a un punto de distancia. A Wade y James se les había sumado también la tercera pieza del ‘Big Three’ con Bosh y los números y sensaciones comenzaban a cuadrarles a los visitantes, jugando con el nerviosismo de la grada que sabía de la importancia de ganar este quinto partido en casa. Y cuando la final NBA parecía decantarse del lado de Miami, otro vendaval azotó el AT&T Center de San Antonio para dejar la ventaja en casi veinte puntos.

Con Tony Parker sin rastro de su lesión y abusando de los bases de Miami en sus penetraciones, Tim Duncan dejando destellos de su enorme calidad y sobre todo los triples de Danny Green –que ya ha batido el récord de triples en una final que tenía Ray Allen- los Spurs lograron un parcial de 12-1 para entrar en el decisivo último cuarto, en el que volvió a dar la sensación de que los titulares se irían pronto a descansar.

“Otra vez un último cuarto casi entero de minutos de la basura”, estarían pensando muchos aficionados en el pabellón y en sus casas, pero tal vez picado por la actuación de Green emergió del banquillo la figura del mítico Ray Allen. Sus 21 puntos con un 4 de 4 en triples amagó con devolver al partido a unos Heat que llegaron a estar a siete puntos en los últimos instantes, pero sólo fue un espejismo con el que jugaron los Parker, Green y el crack de Ginóbili, autor de 24 puntos y 10 asistencias en su mejor partido de la final. Los Spurs apenas anotaron con su banquillo, pero es que los titulares lo hicieron todo en una noche donde pese a dejar escapar varias ventajas en el marcador acabaron imponiendo su mayor regularidad ante las estrellas de Miami, que este martes afrontarán el primer ‘match-ball’ en su pabellón.

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