«Necessitem un NOU»

El otro día, un señor que tenía a mi lado en el bar dónde veíamos el partido contra el Swansea vociferaba mirando a la concurrencia: “Ché, necessitem un nou pero ja!!!”. El Valencia creaba ocasiones y sus puntas no marcaban. Inmediatamente me vino a la cabeza: “Sí, Necessitem un NOU público, de calidad y en valenciano”, las similitudes estaban claras y son inequívocas en estos oscuros tiempos que me toca vivir. Ajeno a lo que pasaba sobre el césped y escuchando la que sería la última narración del Partit de Radio Nou (Cómo los eché de menos ayer) seguí pensando: ¿Cómo sería un ‘nou’(nueve) público, de calidad y en valenciano en el Valencia? Seguro que sería un delantero de todos (no de un fondo de inversión extranjero), de calidad (que meta diez o quince goles por temporada y que aproveche la infinidad de ocasiones que crea el equipo) y ese Nou sería de la tierra, sentiría los colores, las señas de identidad del club como propias. Es más, seguro que hablaría valenciano, como Guaita o Albelda.

Lo suyo, lo del señor aficionado en el bar, era un lamento de un valencianista desesperado porque veía que el Swansea podía empatar un partido que había dominado el Valencia; lo mío, un anhelo con rabia e indignación de un ciudadano por el derecho que todos los valencianos hemos perdido. Es cierto que, si nos ceñimos a lo estrictamente futbolístico, el hat-trick de ayer de Jonas contra Osasuna es el árbol que oculta el bosque. Porque no se confundan: “Necessitem un Nou”. Ayer los puntas del Valencia volvieron a fallar innumerables ocasiones contra un equipo peor y con diez (aunque bendita victoria).

Admito que mi reflexión es fruto también de una inquietud temblorosa que me recorre el alma desde hace tres semanas. ¿Ahora ya todo vale? ¿Y si con el Valencia sucede algo parecido a lo que tristemente ha ocurrido con RTVV? ¿Se parece la situación del club con la que atraviesa la empresa pública de radiotelevisión? ¿Acaso se parecen en que ambas ‘necessiten un Nou’?

Pues sí, ambas ‘necessiten un Nou’ y en eso se parecen, pero también en que dependen del dinero público y que como no haya la “comprensión, sensibilidad y profesionalidad” que pedía la Generalitat a Bankia y todo sea “innegociable”, como nos anunciaron insistentemente desde el Consell sobre RTVV, ya nos podemos ir despidiendo del Valencia CF que ahora conocemos.

Pero eso no puede pasar ¿verdad? Me repito una y otra vez a mí mismo. Y sinceramente creía que no, pero recuerdo siempre un ejemplo de mi admirado Charly –del que tanto he aprendido estos años-. Él siempre me cuenta que la temporada que bajó a Segunda el Valencia nadie pensaba que iba a suceder. Nadie creía que iba a bajar y… bajó. De hecho, si lo piensan bien, nadie terminábamos de creernos que podrían silenciar un derecho de todos como es RTVV en tres semanas y mira… Así que, valencianistas, valencianos, avisados estamos.

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