Nadal superó en semifinales al checo Tomas Berdych, que tuvo que abandonar por problemas físicos en el primer set cuando perdía por 4-2, mientras que Djokovic se deshizo sin apenas esfuerzo del francés Richard Gasquet con un marcador de 6-4 y 6-2.
Así que todo está preparado para un nuevo duelo en la cima entre los dos mejores tenistas de la actualidad, dos de los mejores de la historia que mantienen una encarnizada lucha por el primer puesto del ranking ATP. Hasta ayer lo ostentaba ‘Nole’, pero la meteórica trayectoria de Nadal desde que reapareció de su lesión en agosto le ha aupado hasta la primera posición, pase lo que pase este domingo por la mañana.
Esta temporada los duelos directos han tenido un claro color español. El serbio se impuso en la final de Montecarlo, y desde entonces sólo ha conocido el sabor amargo de la derrota en Roland Garros, Montreal o la más reciente del US Open, una final que certificó el retorno a la cima de Rafa Nadal.
Pero China es territorio Djokovic, y no es una frase hecha. El serbio no ha perdido ni un sólo partido en los cuatro años que ha participado, para un total de 18 victorias y una aureola de invencibilidad que tratará de romper el nuevo número uno del tenis mundial. Y que mejor forma de estrenar su tercer mandato al frente de la ATP que poniendo fin a la racha de su rival en Pekín, que además le igualaría con el 2011, su mejor año como profesional hasta la fecha donde ganó once títulos.
Todo son antecedentes que aún hacen más atractivo el duelo más repetido en la historia del tenis, la 38ª vez que los aficionados podrán disfrutar de un Nadal vs Djokovic. Hasta el momento domina el balear con veintidós victorias por quince de ‘Nole’, pero la de este domingo serviría para comenzar a lo grande su nuevo reinado en el deporte de la raqueta.