Pesadilla antes de Navidad

Y Miroslav Djukic mirándoselo desde su casa, ‘jodido’ por lo ocurrido el pasado lunes y por su profundo valencianismo, pero seguro que en su fuero interno dando las gracias porque, ya sin él como escudo protector, muchos de los jugadores que dinamitaron su proyecto quedaran tan expuestos contra un Gimnàstic de Tarragona que ¡juega en Segunda División B!

Algunos albergaban esperanzas en la previa de que la figura de Nico Estévez al menos tocase la fibra y el orgullo personal del vestuario. Y hago bien si utilizo la palabra algunos, porque contra el Kuban el estadio de Mestalla pareció lleno comparado con el aspecto fantasmagórico de la noche de hoy. El día frío y lluvioso, las declaraciones de Aurelio Martínez una hora antes del choque reconociendo que Bankia ya tiene «tres o cuatro» ofertas buenas de compra del club encima de la mesa… todo detalles que alejaron el foco de lo que verdad importaba: jugarse el pase a los octavos de final de la Copa del Rey.

Pero está quedando comprobado que de momento el malo malísimo de la película no era Djukic, que el amago de superproducción que vendía la directiva presidida por Amadeo Salvo está quedándose en cinta de serie B y siendo generosos, con muchísima culpa de una plantilla repleta de desgana. El talento tampoco acompaña, pero cuando no pones todo lo que hay que poner dentro del campo ocurre que la grada chilla, pita y lo que es más humillante: jalea algunas acciones del rival, algo que vivió en primera persona un Nàstic que fue despedido con aplausos por el coliseo valencianista.

Un trato que los aficionados no le dispensaron a esos «jugadores, mercenarios», a esos hombres que escucharon el clásico «esa camiseta, no la merecéis». A los culpables de esta pesadilla antes de Navidad que ocurrió en una noche de Copa del Rey. Están empeñados en espantar a posibles inversores, al final resultará todo una estrategia para que sólo se hable de lo mal que está el club en todos los aspectos. Y se lo ‘comió’ en directo Amadeo Salvo, fichaje de última hora recién aterrizado de Brasil donde trataba asuntos profesionales de su empresa Power Electronics, atento desde su lugar en el palco de autoridades a la involución constante de la criatura que con tanto mimo recogió el pasado mes de junio.

Que espabilen todos que el domingo puede ser peor, y no sólo por la ‘pupita’ que haga sobre el terreno de juego el Real Madrid. Sino porque esa cita ya la verá en directo buena parte del planeta y habrá muchas más gargantas afiladas en los asientos de Mestalla. Pobre Nico Estévez, ni tan siquiera en el día de su debut como primer entrenador del Valencia, donde además logra un triunfo que vale una clasificación copera, puede celebrar como Dios manda delante de su gente. El Valencia CF está plagado de ‘Grinches’ que no entienden de espíritu navideño…

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