La selección estadounidense se ha proclamado Campeona del Mundo de baloncesto, por segunda vez consecutiva tras hacerlo en Turquía 2010, después de superar con claridad en la final, disputada en el Barclaycard Center de Madrid, a Serbia (129-92) gracias a la aportación entre otros de James Harden y Kylie Irving que se combinaron para un total de 49 puntos.
Se trata del quinto oro mundial para la selección de Estados Unidos, que iguala así a Yugoslavia como el combinado más laureado de la historia en esta competición. Los de Djordjevic, por si alguien no lo tenía claro, salieron a esta final con la tranquilidad con la que los jugadores serbios juegan finales de Copas del Mundo. Kalinic hunde el balón en la canasta americana en la primera posesión en una clara muestra de que el ‘miedo’ no entraba en sus planes. Ante la presión de línea de pase de la defensa americana, puertas atrás que permitían canastas fáciles bajo el aro.
Un 2+1 de Radulija puso el 7-15 en el marcador; momento en el que James Harden decidió que tenían que entrar en el partido. Seis puntos consecutivos de la estrella americana, envalentonaron a un Kyrie Irving que acribilló a los serbios en unos minutos de juego ofensivo impresionantes. Cinco de cinco en triples (con 3 de 3 del base de Cavaliers) y 35 puntos en unos minutos excelsos del equipo de Coach K, que anotó 28 de ellos en los últimos 4.
El rodillo americano continuó en unos primeros minutos de cuarto, en el que no estuvieron tan acertados en ataque, pero sí que muy intensos en defensa. Teodosic no conseguía anotar, mientras que Faried demostraba que ha sido el mejor ala-pívot del torneo. Pero comenzó, de nuevo, el espectáculo USA con Harden e Irving (a la postre, MVP del torneo) como estiletes pero con unos buenos minutos de Curry y Gay. El porcentaje de triples era estratosférico (se fueron al descanso con un 11 de 16) mientras que Serbia bajó los brazos demasiado pronto. Las diferencias se iban hasta casi los 30 puntos y los balcánicos fallaban tiros libres producto de la desesperación ( (67-41, min. 20).
El tercer cuarto fue, de nuevo, un espectáculo ofensivo del equipo americano. 38 puntos anotados, con el equipo titular muchos minutos en pista. El dúo Harden-Irving seguía siendo letal desde el perímetro mientras que Anthony Davis, desaparecido hasta la fecha, se unía a la fiesta, con un Palacio disfrutando por el juego americano pero frío ante tanta superioridad. En el minuto 29, un contraataque culminado por el pívot de los Hornets sumaba el punto 100 al casillero americano, la primera vez que un equipo llegaba al centenar de puntos en una Copa del Mundo. Serbia se lanzaba al ataque pero descuidando la defensa y el intercambio de golpes favorecía a los de Coach K y a conseguir un marcador de récord (105-67, min. 30).
Con unos porcentajes altísimos, y con las defensas más relajadas, el partido fue discurriendo hasta un final ya anunciado desde muchos minutos atrás. Fue el momento de los menos habituales, de algunas jugadas espectaculares… pero también de muchos errores. Estados Unidos bajó el pistón buscando alley opps y Serbia reconociendo la labor de sus grandes figuras: un Teodosic hoy desaparecido, Bjelica, Raduljica…