España cerró su estancia en Granada con otra victoria solvente ante Serbia en un partido en el que no había nada en juego (73-89). Ricky Rubio fue el mejor del choque mostrando su lado más polifacético (12 puntos, 4 rebotes, 6 asistencias y 7 robos de balón) y los españoles acabaron su grupo invictos al igual que Estados Unidos y Grecia. La selección hace las maletas rumbo a Madrid, donde se medirá a Senegal este sábado en los octavos de final del Mundial.
Granada merecía una buena despedida y la tuvo desde el inicio. El hecho de no jugarse nada no afectó al juego español, que empezó igual de arrollador que ante Brasil o Francia. Los serbios tampoco querían quedarse atrás y ayudaron a presenciar un choque vistoso, al menos durante unos minutos. Lo que duró Raduljica en el enfrentamiento de tú a tú ante los hermanos Gasol. Es lo que tiene jugar libre, sin nervios ni calculadoras de por medio (13-12, min. 5).
Sin embargo, España juega como los ángeles y te acaba machacando antes o después. Los de Orenga despegaron en cuanto Navarro se despegó de Markovic. Su duelo ante Teodosic era intenso, a pesar de no verse las caras en ningún momento. En cambio, a Ricky no le hacía falta irse del serbio porque le defendía a dos metros. ¿La diferencia? Rubio fue mucho más constante que su par, demasiado intermitente para dejar huella sobre el parqué. Los tiros libres confirmaron la brecha abierta y ni siquiera los minutos de Krstic cambiaron la dinámica (16-30, min. 9).
Todo lo contrario. El pívot ex del CSKA no se enteraba de la película y tenía imposible vencer a Pau Gasol en los dos tableros. Físicamente se arrastraba por la cancha y Djordjevic no tuvo más remedio que devolverlo a su hábitat natural del torneo: el banquillo. Para entonces Serbia ya se había descompuesto. Sin alma, solo las gotas de calidad de Bogdanovic y la entrada de Raduljica de nuevo evitaron el ridículo de una selección venida a menos (31-41, min. 16).
La relajación había hecho acto de presencia, pero la energía de Sergio Llull hizo que no sonase la alarma. El caño de Ricky con el posterior triple de Calderón hundió definitivamente a los balcánicos, que asumieron su destino sin pelear. Serbia no solo está lejos de aquella que infundía respeto en los años 80, sino que también lo está de aquella que plantó cara a España en el Eurobasket 2009. Aquella promesa de relevo generacional fracasó. Los de ahora no tienen carácter (35-54, min. 20).
El paso por los vestuarios apenas cambió nada. España anduvo tan enchufada como siempre y Serbia… pasota como ella sola. Ni carácter, ni orgullo a excepción de tres jugadores: Bjelica, Bogdanovic y Raduljica (41-62, min. 25). De cualquier forma, Rudy Fernández se comió al escolta del Fenerbahçe, todavía algo bisoño para estas lides, en el juego de la picardía (56-71, min. 30).
Si todavía queda alguna pega en el combinado nacional, esa es la rotación de nueve jugadores que ha establecido Orenga en partidos trámite. De nuevo Claver, Reyes y Abrines estuvieron demasiado tiempo en el banquillo. Y eso que no había nada en juego elevado al cuadrado. ¿Dónde están? No cuentan y deberían más útiles. Al menos, para dar descanso a los Gasol, Navarro y compañía… (73-89, min. 40).
(AVANCE)