Paco Raga, director general de Valencia Basket, aseguró en la presentación de los actos de presentación de la final de la Eurocup que «esperamos tener plaza en la Euroliga por los méritos que hagamos ahora, pero si no lo conseguimos y nos invitan estaríamos encantados». Un giro de 180 grados respecto a la política que llevaba el club respecto a los méritos deportivos para acceder a la competición de Jordi Bertomeu.
Una situación que hace solo dos años era completamente distinta. «Le han abucheado (a Bertomeu) y será porque se lo ha ganado. El tema de las licencias es injusto y la clasificación para la Euroliga debería ser por méritos deportivos», apuntó el mandatario de Valencia Basket tras perder la final de 2012 contra el Khimki en Moscú.
La actitud del club valenciano ha cambiado de forma repentina. De adalides de la deportividad a esperar la limosna de la Euroliga, que podría otorgar una wild card de dos años para así intentar destruir la ACB por dentro. Valencia Basket se ha mostrado hace unos años contrario al sistema de clasificación que usa la Euroliga, que en el caso español tiene otorgadas cuatro licencias casi permanentes a Barcelona, Real Madrid, Unicaja y Laboral Kutxa.
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