El Valencia Basket solucionó por la vía rápida su encuentro ante el UCAM Murcia gracias a una segunda mitad en la que el conjunto dirigido por Perasovic endosó un parcial de 47-21. Un derroche físico que Sam Van Rossom quiere que se convierta en una seña de identidad la próxima temporada. «Al principio nos ha costado un poco adaptarnos, pero en la segunda mitad hemos jugado muy bien, con una intensidad muy alta y muy serios», explicó.
«Tenemos muchas cosas por mejorar, es lo normal en el primer partido, pero vamos por el buen camino. Tenemos mucho físico, pero es nuestro estilo de juego. El año pasado también lo hicimos así, intentaremos poner una intensidad alta durante los 40 minutos, lo intentaremos cada partido», añadió sobre esa agresividad mostrada en Alcoy.
El base belga estaba feliz después de jugar el primer partido de la pretemporada. «Hemos hecho casi 20 días de entrenamientos y para nosotros era una alegría jugar un partido ya. Estamos trabajando duro, pero es la pretemporada y es lo que hay. A veces hemos estado con tres pequeños en la pista, tenemos que intentar buscar un equilibrio en ella y para ser el primer partido no ha estado nada mal», concluyó.