Reflexiones en vísperas de un 9 d’Octubre

El 9 d’Octubre es un día de celebración, pero también una jornada propicia para reflexionarAyer tuve la oportunidad de compartir una jugosa entrevista con Juan Martín Queralt, figura clave del valencianismo, primer presidente de la Fundación, persona comprometida con la causa de respetar el espíritu fundacional del club de Mestalla.

En vísperas de fecha tan señalada, el insigne catedrático habló con claridad y sin tapujos, liberado de la corrección política, sobre la tibia actitud de la sociedad valenciana ante acontecimientos que, entre otras consecuencias, han acabado con el frágil sistema financiero propio, desmantelado sin miramientos y ante la mirada atónita de la mayoría. 

El Valencia CF, la entidad cívica con mayor arraigo por estos pagos, también sobrevive amenazada por una situación institucional caótica y, a la vez, peligrosa. Martín Queralt se expresó con dolorosa sinceridad e hizo una autocrítica tan valiente como necesaria. En su alegato acusa a las clases dirigentes del “Cap i Casal” de no haber sabido ejercer un liderazgo atractivo para cerrar filas y aumentar el capital humano imprescindible en torno al Valencia, convertido en objeto de especulación y en plataforma de poder, tras el que se han generado maniobras políticas y operaciones inmobiliarias.

Lo normal en la calle es acusar a la clase política de casi todo, un recurso habitual, no exento de fundamento, pero que no explica, ni mucho menos, la auténtica dimensión del asunto. Un sector de la ciudadanía no quiere asumir responsabilidades que también le corresponden. Buena parte de la sociedad se parapeta en frases hechas o en posiciones de neutralidad irritante con tal de eludir su participación en el desarrollo de los acontecimientos. Martín Queralt ha llegado a un momento de la vida en el que siente la necesidad de decir las cosas cómo las siente, aunque no gusten y provoquen cierto desasosiego. Hombre respetado y considerado por la coherencia, refractario a protagonismos personales innecesarios, su discurso no va contra nadie sino que persigue un cambio profundo en la manera de hacer las cosas.

Siempre es bueno escuchar voces disonantes procedentes de personas rectas, aunque no sean agradables porque huyen de la complacencia barata y del elogio inmerecido. En el Valencia se ha cometido graves errores de gestión que han abocado al club a una situación muy complicada que debería solucionarse con la participación amplia de todos aquellos que sienten una vinculación afectiva con la institución. Los delirios de grandeza y los planes rimbombantes han llevado al Valencia al disparadero. Cuando el club ha apelado a la unión y al esfuerzo de los suyos, ha sabido salir adelante con energía y bríos renovados. Así lo dice la historia.

 

Paco Lloret (@pacolloret_)

Deportes7

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