Salvo busca mecenas y Martínez pospone su dimisión

Del semblante derrotado del martes por la noche a las fuerzas renovadas del miércoles a primera hora. Aurelio Martínez fue una de las figuras protagonistas durante la asamblea de accionistas: su discurso fue uno de los más aplaudidos por la contundencia de sus palabras –«hace ocho meses un grupo de ingenuos, entre los que me encuentro, pensó que podía devolver el club a los valencianistas»– y por la sensatez de su argumentario. Y eso que minutos antes tenía más que decidida su dimisión como presidente de la Fundación.

Pese a confirmar tácitamente su salida al acabar la Junta, a Aurelio le puede la responsabilidad. El todavía presidente de la Fundación estuvo el miércoles por la mañana en la sede de la entidad, sita en la Avenida de Suecia, y durante toda la mañana recibió mensajes de apoyo y ánimo por parte de sus compañeros en el patronato.

Al igual que muchos accionistas habían hecho la noche anterior, le pedían resistir. Seguir en el cargo. Mantener un ojo vigilante sobre todo el proceso de venta que Bankia pretende llevar a cabo. Fiscalizar dichos movimientos para que se lleven a cabo de forma limpia, legal y anteponiendo los intereses del club.

Y así fue como Martínez pasó de estar prácticamente con los dos pies fuera de la Fundación a decidir seguir unos días más al frente del actual máximo accionista del Valencia CF. La próxima reunión del patronato, fijada desde hace unos días para el jueves día 19 de diciembre, será clave para saber en qué dirección sopla el viento y las alternativas a tener en cuenta. Bankia y la Generalitat saben que Martínez cuenta con el respaldo casi unánime del patronato: una vez presente su dimisión, casi todos los patronos de la Fundación abandonarán sus cargos junto a él.

Curiosamente, el inmovilismo y resistencia del que Martínez quiere hacer su seña de identidad en las próximas fechas contrasta con el ajetreo y dinamismo de la agenda de Amadeo Salvo. El presidente del Valencia no tiene tiempo que perder. El dirigente tiene ganas de pelear, incluso de llegar a los tribunales al considerar que el banco no tiene la potestad de tomar el control del club y venderlo a las bravas. Sus colaboradores más cercanos consideran que el anuncio de Bankia, a través de un comunicado durante la Junta de Accionistas, fue lo más parecido a una ‘puñalada’ a un Salvo que días antes había indicado a Las Provincias que el banco no tenía «la potestad de vender el club». La teoría del ‘ojo por ojo’.

Un juego al que Salvo ha decidido prestarse. El presidente, consciente de que su mandato tiene fecha de caducidad salvo giro inesperado de los acontecimientos, busca encontrar esa carta ganadora que voltee la partida a su favor. Dinero, en pocas palabras. El empresario, tras mantener el miércoles por la mañana un almuerzo con el director general Luis Cervera y con el vicepresidente de la Fundación Salvador Belda, cogió las maletas y se marchó de viaje por la tarde junto a Louis Douwens. Un percance debido a la climatología obligó finalmente el presidente a quedarse en tierra. No será el único desplazamiento que lleve a cabo esta semana, según su agenda. De la mano del director de marketing, Salvo busca soluciones para el club que permitan mantener la actual estructura y cargos a nivel social, deportivo y empresarial.

El plan del presidente tiene dos objetivos claros en la búsqueda de uno o varios ‘mecenas’ que inviertan en la marca Valencia Club de Fútbol a cambio de un retorno económico. El primer paso es definir el operador final que se hará cargo de la explotación del Nuevo Mestalla y del terciario del coliseo: la intención del presidente, como desveló hace unos días, es cerrar un contrato «de entre 200 y 300 millones» en los próximos dos o tres meses, siempre antes de que termine el primer trimestre de 2014.

Posteriormente, ya con el balón de oxígeno que supondría este acuerdo y con la obras del estadio reanudadas, la intención del presidente va más allá: Salvo busca, como han hecho otros muchos grupos de personas vinculadas al club -el ex consejero Antonio Sesé, el ex vicepresidente Fernando Gómez, el ex presidente Manuel Llorente, etc-, un inversor para enjugar la deuda contraída por la entidad con Bankia y sacar al fin al club del agujero financiero en el que se halla inmerso. Las dos grandes dudas que rodean su plan residen en si dicho ‘mecenas’ existe y si dispondrá del tiempo necesario para encontrarlo antes de que Bankia venda la entidad.

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