¿Tenemos la mejor cantera de España?

La formación de canteranos es un proceso silencioso que se resuelve en términos de paciencia, constancia y sacrificio. Un tránsito trabajoso que no asegura a los jugadores el éxito, ni siquiera un futuro en el ámbito del profesionalismo. Los que entienden de la labor de formación cifran el número de jugadores de cantera que consiguen alcanzar la elite en menos del 1%. Sin embargo, si uno echa un vistazo a los últimos productos de la cantera del Valencia se da cuenta rápidamente de que se encuentra ante uno de los viveros más prolíficos del fútbol español.

Las cosas se deben de estar haciendo bien en Paterna cuando en el momento más decisivo de la historia reciente de la entidad —la temporada de reescribir la historia, corregir el rumbo de colisión y recalibrar las aspiraciones— el primer equipo cuenta con una cuota importante de valencianismo en vena. Gayà, Rober Ibáñez, Alcácer, Carles Gil y Jaume Domènech se han ganado un sitio en el nuevo Valencia y son el vínculo más cómplice del equipo con la grada. Una conexión íntima que toca de lleno con los casi cien años de anecdotario de la entidad.

Los cinco llevan la camiseta con la que vieron a sus ídolos vestir cada domingo. Aimar, Villa, el Piojo López, Palop, Joaquín… Cada uno tiene su particular historia de valencianismo, un sentimiento propio que les sacude de forma especial en cada situación que viven como profesionales. El año pasado surgió Fede Cartabia y en los anteriores Bernat, Isco, Míchel, Guaita, Silva, Raúl Albiol, Pedro López, Pablo Hernández, David Navarro, Montoro, Lombán… El ramillete de jugadores formados en el club que nutre las categorías de nuestro fútbol en los últimos años es asombroso.

Y en eso tiene y mucho que ver la labor de un hombre: José Jiménez, jefe de captación de la cantera, un tipo que procesa fútbol por los cuatro costados y que ha consolidado los cimientos de la nueva Academia Gloval con su trabajo a lo largo de estos últimos años. Con apenas cuatro cañas. Y si uno atiende a lo que está por venir, el balance es todavía más estimulante. En la línea de esta misma temporada, sino mejor. A día de hoy, el Valencia tiene representación en todas las categorías de la selección española y la intención del club es colocar al menos dos en cada una de ellas.

Los técnicos esperan con cierto confort la eclosión de las generaciones ’95, ’96 y ’97 que ahora se reparten entre el filial y los dos juveniles. Este año el Mestalla tiene el equipo con más talento de su historia reciente, con jugadores con proyección para jugar en el primer equipo como Tendillo —posiblemente, el central con mejor salida de balón de España—, los extremos Sito y Nando o los media puntas Nacho Gil y Fernando Cano, que podría considerarse el tercero en la saga de súper talentos de calidad de Paterna tras Silva e Isco.

Destacan especialmente Mikey —un centrocampista de recorrido a toda cancha—, el delantero Toni Martínez —la temporada pasada fue el máximo goleador de la Academia, se estrenó en Segunda B con el filial, lleva loca a media Inglaterra y en Las Rozas se frotan las manos con él—, el centrocampista Fran Villalba —la joya de la cantera que rechazó al Liverpool, prototipo Barça en palabras de Guillermo Amor, procesa el fútbol a una velocidad superior al— y el lateral izquierdo Lato. Sí, lateral izquierdo; otro más. Y los que entienden de esto consideran que al igual que Gayà, es mejor que Jordi Alba y Bernat. ¿Cuánto valen todos estos jugadores? Ahórrense la respuesta, el Valencia no los va a vender. Tenemos una de las mejores canteras del panorama internacional. Seguro.

Andreu Alberola. Periodista Deportivo, Esports97

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