El Valencia Basket se enfrenta al Laboral Kutxa este viernes por un puesto en las semifinales de la Copa del Rey. Los ‘taronja’ quieren refrendar su enorme arranque liguero ante uno de los equipos históricos del torneo del KO, que se clasificó por los pelos en la última jornada y que ahora mismo está fuera de puestos de playoff. Dos trayectorias diferentes que se unen en Málaga, donde todo empieza de cero.
Hace unos años, enfrentarse al Baskonia era algo temible. Los de Sergio Scariolo han perdido progresivamente potencial en las últimas campañas, aunque siguen siendo peligrosos en base a su tradición y a los pocos jugadores que mantienen el linaje del pasado, como Nocioni o San Emeterio.
La sabia nueva llega con la juventud y descaro de Thomas Heurtel y Tibor Pleiss. El primero es baja por un esguince de tobillo y el segundo ya destrozó al Valencia Basket en anteriores enfrentamientos por su altura y movilidad. Sin el francés, la torre alemana será la principal amenaza baskonista ante la falta de adaptación de los nuevos fichajes.
En el punto de mira de la afición vasca están Leo Mainoldi y Lamont Hamilton. Ninguno de los dos lleva una buena campaña y afrontarán la Copa del Rey con ganas de reivindicarse. Lo mismo ocurrirá con Walter Hodge con la lesión del ya mencionado Heurtel.
Los ‘taronja’ llegan eufóricos a la cita malagueña. La victoria ante el Barça en La Fonteta disparó la moral de un equipo que recupera a Justin Doellman y Serhiy Lishchuk, aunque el ucraniano no rendirá al 100% después de estar más de un mes parado. El ambiente es de intentar luchar por hacer algo grande.
La clave para la victoria valenciana estará en evitar una sangría de ese pick&roll made in Vitoria. A partir de ahí, una buena defensa de Triguero y Lishchuk sobre Pleiss debería facilitar el camino hacia las semifinales. Llega el primer momento decisivo de la temporada y el Valencia Basket está preparado para ganarse los cuartos.