Emmanuel Adebayor, Jermain Defoe, Simon Dawkins, Jonathan Obika, Harry Kane, Shaquile Coulthirst y Cameron Lancaster. Es muy probable que la mayoría de ustedes no conozca a alguno de estos jugadores. No voy a engañarles: yo tampoco. Les explico. Son los delanteros que, a día de hoy, tiene en plantilla el Tottenham Hotspur para afrontar la próxima edición de la Premier que, como la Liga, arranca el 17 de agosto.
No hay que ser Daniel Levy para asegurar que el equipo con sede en White Hart Lane fichará un punta de primer nivel antes del cierre del mercado. Pero el tiempo pasa y grandes opciones –David Villa, por ejemplo- se desvanecen todas las semanas. Pese a ello, Villas Boas sigue teniendo abiertas varias vías de negociación. En su libreto, mantiene los nombres de auténticos depredadores del área capaces de enchufar 20 goles –mínimo- por temporada como Christian Benteke (Aston Villa), Jackson Martínez (Porto) y, como todos ustedes ya saben, Roberto Soldado.
El martes quise interesarme por los detalles de la operación que ha culminado con el traspaso de Álvaro Negredo al Manchester City. Mansour bin Zayed Al Nahyan pagará al Sevilla 25 millones de euros fijos más otros tres en variables. 28 kilos limpios de polvo y paja. En estos tiempos que corren. Es como si en el mismo fin de semana te caen del cielo el Gordo de la Primitiva, el Joker, la QH y varios plenos al 15.
Y me vino a la cabeza Amadeo Salvo. “Soldado sólo se irá si alguien paga la cláusula y él acepta marcharse”. La frase es del pasado 29 de junio, en Ayora, donde se reunían las peñas del sector 12, pero podría corresponder a cualquier acto público en el que ha aparecido el presidente. 30 millones. Ni un euro menos. Es el precio en el que Valencia tasa a su jugador franquicia. Intentando descifrar el fondo del mensaje de Salvo, desconozco qué porcentaje de estrategia para presionar a los Spurs tienen sus palabras.
Pero es evidente que en Mestalla los números no dejan cabida a los órdagos. El club está obligado a conseguir 19 millones de euros antes de marzo de 2014 por concepto de beneficio neto en el traspaso de jugadores para equilibrar el presupuesto de la próxima temporada y tener tesorería suficiente para los pagos previstos.
No considero a Soldado peor delantero que Negredo. Diría que desde su aterrizaje en la élite han evidenciado un nivel de rendimiento muy similar. Incluso numéricamente. Álvaro lleva 102 goles en Primera. Roberto, 101. Cada uno, obviamente, con características diferentes. Pero con un índice de fiabilidad alto.
Por eso pienso en Villas Boas y su desesperada búsqueda de un nueve. ¿Y si no firma a Benteke y pide a Levy un esfuerzo por Soldado? ¿Qué pasaría si Amadeo Salvo recibe una oferta idéntica a la que Del Nido ha aceptado por Negredo? Uno de los grandes secretos del fútbol reside en la capacidad de saber cuándo vender. Y qué quieren que les diga, no vender a Soldado por 28 millones de euros me parecería una imprudencia en un escenario normal. Con una deuda de 360 kilos y teniendo que fichar jugadores cedidos y/o libres de contrato, lo considero una temeridad. ¿Vendería usted a Roberto Soldado por 28 millones? Yo sí.
Fran Guaita (@FranGuaita)
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