Mientras Jose Manuel Ochotorena trabajaba de forma específica con los tres guardametas, los jugadores del Valencia se dividieron en grupos para llevar a cabo ejercicios con balón. No duraría demasiado rato, dado que Djukic había preparado un particular ‘regalo’ a los futbolistas: un partidillo, dividido en tres partes de veinte minutos, que sirvió como primer barómetro de la pretemporada.
No ha tardado demasiado el serbio en empezar a encontrar a sus teóricos titulares. Con peto amarillo, formaban Guaita bajo palos; Pereira, Ricardo Costa, Mathieu y Cissokho en línea defensiva; Fuego, Parejo, Fede en la medular; y Alcácer y Viera en ataque. Diez futbolistas que se midieron al conjunto blanco compuesto por Alves; Barragán, Rami, Victor, Salva Ruiz; Mario, Piatti, Michel; Robert y Nelson Haedo Valdéz.
Al margen de un pequeño susto de Barragán tras un choque con Mathieu, la ‘salsa’ estuvo en los goles. El equipos amarillo derrotó al blanco por un contundente 3-0, el primer de los cuales llegó de las botas del escurridizo Jonathan Viera, que sorteó hasta a tres rivales antes de batir a Diego Alves de disparo cruzado. Un gol que aturdió momentáneamente a dicho conjunto, dado que instantes después otra asistiencia del canario cayó en los pies de Paco Alcácer, que definió con frialdad al palo contrario del portero brasileñó.
Los presentes tendrían que aguardar hasta el tercer ‘tiempo’ del partidillo para ver el mejor gol de la tarde, de nuevo obra del atacante de Torrent. Alcácer aprovechó la salida a la desesperada de Alves para picar suavemente la bola y obtener un gol de bandera de vaselina. Su doblete le valió ser el jugador más solicitado por los aficionados a la conclusión del partido.
En el equipo derrotado destacó la gran actuación de Míchel, balón al palo incluido, y que de esta forma une su confianza y habilidad al gran estado de forma física demostrado por la mañana. Los jóvenes arrancan con fuerza en el apartado ofensivo.