‘Wind of change’

Hace poco tiempo, un amigo me comentaba que el Valencia CF está para el desguace. Literal. Él no sigue demasiado la actualidad futbolística. Sin embargo, creo que en su afirmación hay algo de razón. Porque el Valencia ha llegado a un extremo en que la gente –en la que a veces me incluyo- no ve anomalía alguna perder o jugar sin alma. Que el Valencia pierda o le pinten la cara ya es más de lo mismo… No hay novedad alguna. Y esto es preocupante no; lamentable, sí.

Comentaba la semana pasada que a principios de curso nos vendieron la moto, el coche, el patinete y todos los accesorios que estos arrastran consigo. Pelearemos codo con codo con Real Madrid y FC Barcelona por los títulos. El estadio se acabará porque tenemos inversores para ello. La deuda la bajaremos y ficharemos a grandes jugadores. Literal o no, pero viene a ser lo mismo. La utopía escapaba todos los límites de la realidad. Pero ahí estaba. Todo era ilusión.

Y yo ya empiezo a estar harto de la ilusión. Está claro que de ilusiones y sueños vive el hombre, o eso dicen. Pero en Mestalla más de uno ya no aguanta más. El Valencia va noveno gracias a que Miroslav Djukic implora, día sí y día también, a que sus futbolistas ofrezcan algo a lo que aferrarse. Pero la virgen no responde. Cada día jugadores más desconectados. Futbolistas que quieren huir de la quema.

Porque este equipo todavía no sabe a qué juega, ni cuál es su filosofía de juego, ni a qué aspira. La propia entidad no tiene ni idea de cuál es la aspiración del Valencia CF hoy en día. Y aunque Salvo se queje del modelo actual –no entrar en Champions supone no ingresar 20 millones de euros- esto es lo que mantiene vivo al club junto con la venta de jugadores. Y al paso que vamos, ni Champions, ni UEFA, ni fu ni fa.

No soporto más el dogma de fe en el que se ha convertido el Valencia. Basta ya de decir que “el Consejo confía en Djukic” y que los jugadores son unos ‘mamones’. Claro que lo son, pero hay que decidir ya si apuestas por esos ‘mamones’ –que al fin y al cabo son los que se visten de corto y que con Valverde demostraron ser algo más- o si remozas la plantilla para amoldarla a los ideales de Djukic… Si es que los tiene. Porque ni el equipo ataca, ni el equipo defiende, ni el equipo es sólido. Pero mientras, basta ya de rajes. Así el equipo irá a peor… Si es que se puede hacer peor.

Mark Fenwick. Espectacular la exposición sobre el Nou Mestalla. Vale, se ha conseguido rebajar la inversión en el estadio unos 60 millones de euros. Perfecto, el estadio será 5 estrellas y albergará espectáculos deportivos para explotarlo comercialmente y atraer posibles patrocinadores. Bien, he visto el coche que quiero, es precioso, de alta gama. Pero el coche vale un pastón impresionante… ¡Y tu estas tieso! Soler ya presentó un proyecto faraónico. ¡Pero sin un duro! ¡Hablamos de 100 millones como el que se compra un caramelo ‘Pictolín’!

Estamos repitiendo la misma situación, creo. Amadeo Salvo visita al chino más rico del planeta. Amadeo Salvo viaja a los Emiratos Árabes para hablar con los reyes del petróleo. Sí, el presidente tiene mi confianza –parcial- porque el tío quiere solucionar las cosas y pierde el culo por buscar dinero para el club, o eso parece. Pero es que todo son castillos en el aire. El Valencia es un dogma de fe, repito. Y esto no puede ser. El futbol consiste en sacar resultados. El futbol es conseguir victorias. El futbol consiste en llenar las vitrinas de tu estadio de títulos. La situación es la que es… Y yo lo entiendo. Pero Amadeo Salvo y Aurelio Martínez irrumpieron en el Valencia diciendo tener la solución en el bolsillo. Ese bolsillo que, cuando vas a tirar mano de él, está vacío. Si todo sale adelante, perfecto, aplaudiré, que es lo que deseo.

Respecto a o de la nuestra estructura deportiva que quiere implantarse, más de lo mismo. Rufete, cabeza visible de una secretaría técnica con delegados, ojeadores o corresponsales del club en todo el mundo, atentos para captar cualquier joya en cualquier mercado mundial. El ejemplo está en modelos como el Oporto, el Benfica, los clubes holandeses… Esto es idóneo, oportuno y genial. Pero si no tienes ni para pagarle a Braulio Vázquez el finiquito o la ‘cláusula de Llorente’… ¿Cómo vas a afrontar el enorme gasto que comporta una estructura de tal índole?

Y ojo. El Valencia cada día sale más en los medios nacionales… Eso solo quiere decir que algo va mal. Porque estos solo hablan del Valencia para cuando las cosas se pintan de negro. Para cachondearse de los blanquinegros siempre están a punto. Y esto pasa cada vez con más asiduidad.

Un cambio de viento necesitamos, como cantaban los Scorpions en su brutal canción. Ya está bien de vivir de la creencia. El crédito llega a su límite. No quiero que el coche blanquinegro pase por el desguace. Ni mucho menos ver al Valencia instalado en la mediocridad más absoluta, adjetivo que hoy, lamentablemente, parece caracterizar a la escuadra de Miroslav Djukic.

 

Alberto Gómez (@Alberto_Gomez9)

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