Yo sí veo al Valencia campeón

Llegó el gran día. Unos lo verán por la tele, otros nos escucharan a los de radio y los más privilegiados lo vivirán en Mestalla. Vuelve el fútbol a nuestras vidas. El de verdad. El de los puntos, el de la tensión, el de los nervios. El que realmente destapa el éxito o el fracaso de un proyecto. 

Hasta el momento en el Valencia hemos visto una interesante fachada. Parece que bien construida por Djukic, parece que con buenos arquitectos como Banega, y parece que con una buena cuadrilla de veintitantos para construir finalmente una casa de sólidos cimientos. Pero solo tenemos la fachada. El resto, el interior, sólo se puede intuir de momento.

Hoy se abren las puertas de la casa. Se disputan los primeros puntos y empezaremos a ver qué hay tras la pintura. Se acabaron las pruebas y el margen de error. Lo que no salga hoy te penaliza en la clasificación. Y esos puntos ya no vuelven. Puntos que harán buenos o malos a Djukic, Salvo y compañía. Triste o no, así es el fútbol.

Pero tampoco dramaticemos. Los proyectos que comienzan merecen cierto margen de error en la misma competición. El Valencia de Benitez tardó 5 largos meses en carburar y después no había Dios que lo parara. Que el proyecto tiene buena pinta lo pensamos casi todos. Si miramos sólo lo deportivo, la pretemporada ha tenido una clara evolución desde el stage en Alemania hasta la presentación ante Olympiacos. Con fases de muy buen futbol, con fases de oficio y con resultados más que anecdóticos. Las fases de lo contrario son parte del guión. Y si hablamos del entrenador, a veces llego a pensar que toma sustancias alucinógenas cuando lanza esos discursos ambiciosos de pelear los títulos y estar con los grandes de la liga. Y a veces hasta me lo creo. De momento, su valentía cala en el aficionado y en el entorno mediático. Veremos en la plantilla.

Pero ojo, creer no es pensar que los cerdos de Toshack acabaran por volar algún día sobre el Bernabeu. Vamos, ni compartiendo canuto con Bob Marley creería que el Valencia puede ganar la liga. Esa es la verdad. De hecho, creo que nadie que no sea Real Madrid o Barça podrá ganar nunca más la liga mientras no cambie la estructura del futbol español. El que diga lo contrario vende una milonga para justificar el gasto insultante de los dos grandes y los ingresos de TV que se niegan a repartir. Pero lo único cierto es que cada año el campeonato da más pena, genera menos interés y más cabreo de todo el mundo.

Incluso he llegado a pensar que hasta los aficionados merengues y blaugranas se acabaran cansando de ganar 35 de 38 partidos que tiene cada liga. Porque esto es infumable para todos. Pero como bien nos demuestran cada día, Tebas y sus súbditos lameculos no parecen muy por la labor de devolver la liga a los aficionados. Más bien todo lo contrario. Un aplauso para ellos.

Pero afortunadamente hay vida más allá de la liga. Y ahí sí creo en un Valencia campeón. La Europa League y la Copa son objetivos más que accesibles para los de Djukic. E intuyo que el técnico serbio piensa como yo de palabras para adentro. De ahí su discurso ambicioso. Su discurso campeón.

Yo también veo al club de Mestalla levantado títulos esta temporada. Como lo he visto en el Atlético de Madrid los últimos años desde casa y con un cabreo de narices. Porque mientras los dirigentes rojiblancos no dormían por no jugar la Champions, sus aficionados no dormían de la borrachera que pillaban ganando títulos en Europa y Copas en España. Yo lo miraba con envidia y el valencianismo también.

Porque al final, el fútbol es ganar. Ser tercero da dinero, prestigio y jugar la Champions. Mucho e irrenunciable. Pero los títulos son para siempre, y una sola final en 10 años -con titulo incluido, eso si- es un balance penoso para un club tan grande como este. Y además, el Valencia está sobrado de capacidad para quedar entre los cuatro primeros de la liga y ganar alguno de los torneos del KO. Si no los dos. Y mas en esta liga de m….ediocridad.

Por eso, el discurso de Djukic -con Salvo en la misma línea- me hace ser optimista. Porque para pelear los títulos hay que creer desde el principio que puedes hacerlo. Que debes hacerlo. Y viendo las colas el día de apertura de taquillas para los no abonados, parece que el valencianismo también cree en el mensaje. Esa es la principal diferencia entre este nuevo Valencia y los de años anteriores. Que te lo crees. Antes el objetivo era ser tercero. Ahora el objetivo es ganar.

Y a mi ese discurso me pone mucho. Porque la realidad de la liga, del club che y de nuestro futbol en general, ya la conocemos. Pero cuando te dicen que pese a todo se puede ganar, te ilusionas. Cuando te dicen que se puede ser tercero, te cabreas. 

Así que esta noche, vivan el futbol en Mestalla, por la tele o a través de la radio. Y piensen que el objetivo es ganar. ¿Qué? Ya veremos, pero como ya dijo el gran Luis Aragonés; “Ganar, ganar y ganar”. Y ganó.

 

Kike Mateu (@kike_mateu)

Director de Tiempo de Descuento (107.5 FM)

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