El Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana (Coeva) pronostica un enfriamiento de la economía de España durante este año como consecuencia de la incertidumbre política e institucional o el frenazo del comercio mundial. Conclusiones que ha presentado en los resultados de la decimosexta edición de su encuesta sobre coyuntura económica.
De este modo, los economistas valencianos han valorado por debajo del aprobado, con un 4,96 sobre diez, la coyuntura económica en España, una nota con la que se rompe una tendencia ascendente desde 2013.
La encuesta ‘Los economistas opinan’, en la que han participado más de 800 profesionales, ha sido presentada en la conferencia financiero- empresarial Forinvest en Feria Valencia por los decanos de los Colegios de Economistas de Valencia y Castellón, Juan Manuel Pérez Mira y Jaime Querol, respectivamente.
Esta edición del estudio se ha realizado tres meses después del anterior, presentado en diciembre y en el que puntuaron con un 5,09 a la economía nacional, con una «moderación del optimismo» de anteriores encuestas en la que la valoración de la economía española cae ligeramente hasta un 4,96 pero lo suficiente para volver a situarse cerca del aprobado.
Además, por primera vez desde que se realiza esta encuesta, la previsión a seis meses de la economía nacional (4,86) no ha mejorado la estimación del momento, lo que para los responsables «refleja las dudas que genera el futuro a corto plazo de la economía».
Para el decano del colegio en Valencia, este resultado «se debe a la incertidumbre política e institucional, junto al frenazo del comercio mundial debido sobre todo a la ralentización de la economía china», que considera que son razones que han influido en las respuestas de los economistas.
«Hemos pasado de ser optimistas a ser prudentes», ha manifestado Querol, al tiempo que cree que «mientras no haya un gobierno existe esa incertidumbre». En la misma línea, Mira también se ha referido a la existencia de «incertidumbre sobre elementos clave del desarrollo económico que, hasta que no se despejen, pueden condicionar las decisiones de inversión de las empresas».
Suspenso para la economía valenciana
En el caso de la Comunitat Valenciana, la encuesta del Coeva ha suspendido la economía valenciana con una puntuación global de un 4,56 sobre diez, que «mejora la valoración actual» de un 4,46, pero «es queda por debajo de lo estimado en la anterior encuesta para mediados de 2016» (4,79).
De esta forma, la mayoría de los economistas participantes -el 50,62%-cree que la situación económica de la región no ha variado significativamente el último año, mientras que el 29,73% percibe una mejoría y el 18,28% aprecia un deterioro económico.
Respecto a su situación personal, la mayoría de economistas ha reconocido encontrarse igual que hace un año (58,21%), para el 23,01% ha mejorado, mientras que el 18,41% está peor, con lo que «se confirma el deterioro del estado profesional de los economistas de la Comunitat». En cambio, en el resto de España «se ha ido frenando y cada vez más profesionales gozan de una mejor situación económica».
Baja preocupación por el paro
Preguntados por las cuestiones que más les preocupan, han destacado el paro como la principal, para el 73,88% de los encuestados, si bien es la cifra más baja desde que se realiza la encuesta, por lo que se mantiene la tendencia descendente iniciada en 2015. Le siguen la evolución de la demanda y la inadecuada dimensión y estructura de las empresas valencianas.
Finalmente, como alternativas de inversión han recomendado en primer lugar las inversiones productivas directas, seguidas por los bienes inmobiliarios, las inversiones en renta variable internacional, las Sicavs y fondos especializados, los mercados de materias primas y commodities y la renta variable nacional. En cualquier caso, ninguna de las ocho opciones propuestas cuenta con un respaldo unánime, ya que todas se encuentran por debajo del tres sobre cinco de valoración.
Objetivos de una banca pública en la Comunitat
Cuestionados sobre los objetivos principales de una hipotética banca pública en la Comunitat Valenciana, los economistas han señalado que debería servir preferentemente para atender las necesidades básicas de financiación e inversión de las pymes y microempresas valencianas, así como para para apoyar proyectos a medio y largo plazo que contribuyan a la creación de empleo.
Sobre las medidas de gestión que deberían implantarse en esa banca pública, los encuestados han defendido un correcto diseño institucional del gobierno de estas entidades, con «suficientes instrumentos de control», una gestión profesionalizada y transparente, y el establecimiento de unos criterios rígidos de solvencia.