Bravo, doña Gabriela

9 d’octubre de 2015, ¿ha llegado el momento de los valencianos?

Sin querer dar nada por sentado, pero con toda la expectación posible ante el acuerdo alcanzado por todos los grupos parlamentarios esta semana en les Corts, al que también se está sumando la sociedad civil, parece que los tiempos de enfrentamientos fraticidas entre valencianos van amainando. No del todo, porque posiblemente sea imposible y tal vez, poco deseable. Pero a lo mejor, después de tanto tiempo, los valencianos comenzamos a madurar. No es el primer hito de estas características en nuestra larga historia como Pueblo, desde aquel lejano 1238, pero sí es cierto que nos ha costado mucho llegar hasta aquí. Así que ahora toca confirmar que ese es el camino, el de apartar la diferencia y buscar los nexos de unión entre todos nosotros. Los retos que nos plantea este aun joven y desconocido siglo no son para menos.

Sigamos el ejemplo de otros pueblos que sí han sabido caminar como un solo hombre o una sola mujer cuando ha sido neesario. Llegará el tiempo en que también toque abordar las diferencias pero siempre de puertas adentro y sin que sirva como excusa al foráneo para mirarnos con desdén, cuando no para descalificarnos y espetarnos aquello de “cuando os pongáis de acuerdo hablamos”. Ese tiempo debería haber pasado para poder alcanzar los mejores niveles de vida que con nuestro trabajo podemos conseguir. Para empezar tenemos un territorio, una geografía, un clima que es la envidia de toda Europa, un regalo de los dioses. Démosle valor, porque mientras la insidia habite nuestros hogares el éxito estará más lejano. Asentemos principios inamovibles para seguir avanzando en calidad de vida, en hospitalidad hacia el visitante o hacia aquel que decide venir a nuestra casa a compartir nuestro proyecto colectivo, en la solidaridad que nos enriquece a todos, en aquellos valores de humanidad que nos acerque a los pueblos más desarrollados del Planeta. Nos lo merecemos, después de casi 800, ha sido duro, pero aquí estamos, como un bendito crisol de cultura y razas que nos permitió forjar nuestra identidad propia. Tenemos mucho a favor y en días como el de hoy, el 9 d’octubre, bien está recordarlo. Seamos los valencianos, definitivamente, esa sociedad de cerca de 6 millones de ciudadanos que seguimos día a día reconociéndonos como de la misma gran familia.

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