¿La foto del cambio de tendencia política en España?

Ayer tenía lugar en Madrid una reunión entre la alcaldesa de esa ciudad, Manuela Carmena, y el primer edil de Valencia, Joan Ribó y por lo que hemos podido saber, a pesar de la diferencia de partidos, que no de color político, hubo bastante sintonía entre ambos. Junto a Ada Colau, representan el triunfo de una alternativa al bipartidismo histórico de PP y PSOE. Una victoria de la que no puede sacar demasiado pecho Pablo Iglesias, pues tanto la candidatura de Carmena como la de Colau, no son estrictamente de Podemos; aunque sí el partido mayoritario en ellas, las listas aglutinaban a independientes y colectivos o pequeños partidos de izquierda. En el caso del Cap i casal, la candidatura homóloga que encabezaba Jordi Peris -Valéncia en comú- se apresuró, tras la noche electoral, en hacer público su apoyo al candidato de Compromís. Si a todo esto añadimos los constantes piropos que se lanzan públicamente Iglesias y Mónica Oltra y la próxima batalla en el seno de Compromís -si concurren junto a Podemos en las generales y en ese caso con qué fórmula-, la proximidad política e incluso la personal, es clara. En cualquier caso cabe saludar como un hecho de normalidad política el encuentro entre los alcaldes de Valencia y Madrid aunque sean de diferentes partidos políticos, pues en los últimos tiempos solo veíamos esta cordialidad si los participantes eran de la misma formación. Debemos atender además que estos pactos u otros parecidos y contando con el PSOE se han dado en muchas otras ciudades del Estado.

Más allá de todo esto, la pregunta que se plantea es si esta foto podría repetirse después de los próximos comicios en los que elegiremos el inquilino de Moncloa. Evidentemente, cambiando los actores, pero no los personajes, es decir, un presidente del gobierno de Podemos, o un independiente próximo a este partido, sustentado por PSOE o al revés, pero en cualquier caso debemos preguntarnos si la suma de estas fuerzas políticas desplazarán o no de la presidencia del gobierno español a Mariano Rajoy -si el PP lo mantiene como candidato-. Si tomamos como referencia las europeas, las autonómicas y municipales, la tendencia es clara, habrá cambio de color, pero también hay que tener en cuenta que en las europeas los votantes “arriesgan” con su voto y la estadística también indica que el voto de municipales y autonómicas no siempre se repite en generales. Por todo ello, lo que sí podemos afirmar sin ambages es que la campaña será dura y más teniendo en cuenta que los contendientes contarán esta vez con la posibilidad de utilizar las acciones de gobierno de las instituciones públicas que regentan. En cualquier caso, apasionante.

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