El Gobierno valenciano ha trasladado al Ministerio de Hacienda su «malestar» por las inversiones que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado prevé para 2014 en la Comunitat Valenciana y que, en opinión del vicepresidente del Consell, José Císcar, «no son suficientes».
En la rueda de prensa posterior al pleno del Ejecutivo valenciano, que se ha celebrado en Crevillent (Alicante), Císcar ha dicho que el Consell tiene claro que por cuestiones económicas priman otros aspectos, más allá de las inversiones, a la hora de elaborar los Presupuestos Generales del Estado.
Sin embargo, ha añadido, «faltaría a la verdad si dijera que estamos de acuerdo con las inversiones previstas. No nos satisfacen, queremos más«, aunque también ha reconocido que las inversiones «más importantes» para la Comunitat, como el Corredor Mediterráneo, están incluidas.
El vicepresidente también ha avanzado que el Gobierno valenciano pondrá «toda la carne en el asador» para lograr que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga efecto desde el 1 de enero de 2014, algo sobre lo que, según ha destacado, el Ministerio no se ha pronunciado, pero tampoco ha dicho que no.
A su juicio, esta reclamación de la Comunitat Valenciana tiene «toda la lógica» puesto que los ciudadanos de esta región «están siendo infrafinanciados», al recibir 211 euros menos por cápita que los de otras autonomías.
Ha destacado que la vigencia del actual sistema, que «hace muchísimo daño a la Comunitat», termina el 31 de diciembre de este año, pero no se revisará antes por imposibilidad económica y porque el Gobierno central ha dicho que quiere revisarlo conjuntamente con el modelo tributario. Por ello, ha señalado que aunque se inicie la revisión en 2014 y el nuevo modelo se apruebe en 2015, la Generalitat «va a seguir diciendo» que el sistema debe tener carácter retroactivo a 1 de enero de 2014.
«No hay razón para que los valencianos sigan discriminados con este modelo», ha asegurado Císcar, quien ha destacado que el informe de los expertos encargado por Les Corts reconoce la discriminación que sufre la Comunitat y que el gasto de la Generalitat en políticas básicas es adecuado.
Preguntado por las enmiendas que la Generalitat va a plantear a los Presupuestos estatales, ha señalado que una vez analizadas las cuentas en cada Conselleria, se está hablando con los diferentes ministerios y donde sea factible el acuerdo se presentarán enmiendas.
El vicepresidente también se ha referido a sondeos electorales publicados en los últimos días como el del diario El País, según el cual el PP perdería la mayoría absoluta, y ha dicho ser consciente de que la toma de decisiones difíciles para los ciudadanos genera desgaste. No obstante, ha apuntado, «preferimos tener desgaste por tomar decisiones que por no hacer nada», que es, a su juicio, lo que le ocurrió al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Císcar ha considerado que no es momento de pensar en elecciones, y ha afirmado que cuando el Consell toma decisiones no piensa en encuestas sino en la situación económica de la Comunitat, en crear empleo y en la estabilidad de los servicios básicos, «y así seguirá siendo», ha asegurado.
Lo que al Gobierno valenciano le preocupa de las encuestas publicadas es que «la única alternativa al gobierno del PP es un tripartito con un PSPV muy débil que debería gobernar con opciones radicales», algo que, en su opinión, «lastraría la recuperación económica».
El vicepresidente ha asegurado a los ciudadanos que los esfuerzos hechos «no son en balde» y darán sus frutos, y ha insistido en que no es momento de pensar en elecciones, sino en que la situación «sigue siendo difícil y complicada» para los ciudadanos y en mejorarla.
A un centenar de metros de la casa de la Cultura, donde se ha celebrado el pleno, una docena de personas se ha concentrado en protesta por la futura instalación de la planta de residuos de tránsito en Granja de Rocamora-Cox y por el previsto macrovertedero de Albatera.
De la primera planta han denunciado con pancartas y gritos que carece de estudio ambiental y que se hallará a escasos 300 metros de viviendas y a 500 de un colegio, mientras que del macrovertedero lamentan que se situará sobre una rambla, con el riesgo que supone en caso de fuertes lluvias.