La empresa valenciana Lotes de España prevé vender 150.000 cestas y cajas de Navidad esta campaña y estima que aumentará las ventas un 2 % respecto a 2012, año en que crecieron un 10 % en unidades.
La representante de la empresa, Elena Alarcón, ha explicado a EFE que todas las empresas elaboradoras de lotes están sufriendo la crisis por su dependencia de los regalos de las empresas pero éstas «no renuncian» a los obsequios aunque a precios más económicos.
Una de las características de estas empresas que se convierte en un problema en crisis es la estacionalidad de las ventas, ya que en ocasiones «por miedo» a pasarse en las previsiones, se quedan sin elaborar el producto. «O estás preparado o luego no llegas a tiempo y no puedes servir», comenta Alarcón.
Respecto a los productos, es habitual introducir novedades cada año pero esta campaña se mantienen en la misma línea para no incrementar precios.
Lotes de España ofrece jamones y paletillas, embutidos, quesos, patés, mermeladas, turrones, dulces típicos, vino, cava, champán, licores y frutos secos, además de una variedad de presentaciones en cestas de mimbre, cofres, baúles y cajas de cartón o metálicas.
Los precios de los lotes de esta empresa, situada en Paterna (Valencia) y que cuenta con 9 trabajadores fijos y hasta cincuenta para la campaña navideña, se han rebajado en los últimos años desde los 30 ó 35 euros hasta los 25-30 euros.
En el caso de otras empresas el precio medio es superior, de unos 50 euros en los lotes que elabora el Grupo Disber, que espera igualar ventas con el año pasado y alcanzar la cifra de 700.000.
Según Disber, han optado por no cambiar productos debido a la crisis, para mantener estable el precio.
Otro tipo de empresas apuesta por los productos artesanales y por la elaboración de lotes «a demanda», un regalo que puede costar unos 70 euros de media y que incluye conservas de las Rías Gallegas, jamón ibérico y turrones elaborados a partir de las «sugerencias» de los clientes. A ello se dedica Casa Montaña, una taberna de la zona del Cabanyal de Valencia que elabora lotes a medida con productos artesanos de distintos puntos de España y de fuera.
«Buscamos la excelencia», asegura su propietario, Emiliano García, que en 1994 se hizo cargo de una taberna nacida en 1836 como tienda y que evolucionó hacia la venta de agua de soda que se fabricaba en un pozo propio para transformarse posteriormente en un restaurante de tapas.
Para aportar ese «valor añadido» sus lotes están formados por conservas de las Rías Gallegas de tamaño grande, «difíciles de encontrar», jamón ibérico de bellota «del más alto nivel» y turrón de Casinos, «francamente muy bueno» y que a veces se personaliza para el cliente, según ha explicado a EFE.