Elaborar un presupuesto consiste básicamente, y salvo imprevistos, en estimar los ingresos que va a tener una empresa durante el ejercicio – habitualmente un año natural, del 1 de enero al 31 de diciembre- y, a estos ingresos restarle los gastos. Y todo esto para poder saber en todo momento si las cosas van bien o van mal y así poder tomar las decisiones oportunas.
Y en esto andaba nuestro ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, el señor Cristóbal Montoro, cuando presentó los Presupuestos Generales del Estado el pasado lunes. Los presupuestos de este año contemplan subidas en varias partidas y se anunciaba que eran los presupuestos del cambio de ciclo, de la salida definitiva de la crisis, el primer presupuesto que refleja la recuperación en la economía española.
Y esta semana nos hemos encontrado con que en dichos presupuestos contenían una errata de 10.000 millones de euros que fijaba en el 99,8% del PIB la deuda pública española. Tras corregirlo el Tesoro Público, la deuda pública española se fija en el 98,9% del PIB, quedándose por tanto por debajo del billón de euros. En resumen, 10.000 millones menos de deuda pública.
El gobierno, según su plan de estabilidad, preveía que la deuda pública tocase techo en el 99,8% del PIB en el 2016. Tras corregir la errata, no tocaremos ese techo de deuda en el 2014, según estos presupuestos claro está. Moncloa ya sabe que su talón de Aquiles económico es la deuda pública. En dos años de Gobierno de Rajoy, la deuda ha crecido más que en toda la etapa de Zapatero. Y en el 2014 hay elecciones al parlamento europeo.
Me pregunto si esta errata es solo eso, un fallo de la hoja Excel o esconde algo más. Tras corregir la errata, señor Montoro, usted presenta los presupuestos más saneados. Pero no se engañe, todo depende de que se cumplan las previsiones de crecimiento dados por su gobierno, que estiman un crecimiento del 0,7% en 2014. Si hay crecimiento, hay recaudación, hay más ingresos y se combate la deuda pública. Espero que la previsión de crecimiento se cumpla, de lo contrario, su credibilidad estará en entredicho.
Alfonso Marco (@AlfonsoMarcoSas)
Controller Financiero