La DGT publicó los tramos de concentración de accidentes vigilados por radares móviles y fijos, en un listado difundido en su web. El objetivo, apoyado por el RACE, es alertar a los conductores de los riesgos que supone circular a más velocidad en zonas de alta siniestralidad. Sin embargo, el listado presenta errores e indefiniciones, por lo desde RACE creen en que no incide en la credibilidad y en la eficacia de una medida como esta; también les sorprende ver la uniformidad en el número de tramos vigilados frente a las diferencias de accidentalidad entre las provincias, lo que exigiría adaptar las medidas según el caso.
El RACE ha detectado importantes inexactitudes y datos poco fiables en el listado de radares publicado por la DGT, lo que en algunos casos provoca que no sean de utilidad durante los desplazamientos de los conductores.
Algunos de los ejemplos de errores detectados en el listado de los radares son los ubicados en la Comunidad de Madrid, con dos tramos de 340 kms cada uno; los más de 500 kms en Burgos en una misma carretera (CL-629); más de 370 kms en Granada (A-403) o los 250 kms en Pontevedra (N-640); un tramo de 229 kms en Jaén (N-322); 217 kms localizados en la N-110 en Segovia; 314 kms en Valladolid (N-602), o los más de 300 kms en la provincia de Ávila (N-110). Pese a tratarse de un error, en cuanto que no hay tramos de tantos kilómetros en una provincia, el RACE cree que la vigilancia por radares debería limitarse a zonas más específicas y donde se haya detectado una mayor peligrosidad, lo que incidiría en reducir el riesgo en tramos de concentración de accidentes.
El RACE pide a la Dirección General de Tráfico que en la próxima revisión de los tramos vigilados por raderes se depuren y precisen los datos. La medida, que es positiva en su esencia, podría carecer del efecto preventivo previsto si no tiene dicha utilidad para el automovilista.