Durante el año pasado, la mayor parte de sus compradores optaron por personalizar sus Rolls-Royce, lo que hizo aumentar el precio medio de cada vehículo. Así, ninguno de ellos pagó menos de 200.000 euros por llevárselo a casa, según datos ofrecidos por la empresa.
Por otro lado, Rolls- Royce, propiedad de BMW, decidirá este año si sigue los pasos de su rival Bentley y se adentra en el mercado de los SUV de superlujo, para seguir con esta meteórica carrera, y después de haber completado el mejor ejercicio en sus 111 años de historia.
La marca británica la logrado vender 4.063 vehículos el año pasado. De esta manera, sus ventas se han cuadruplicado en todo el mundo desde el 2009 y ha experimentado un crecimiento de dos dígitos en sus principales mercados.
Así, sus matriculaciones en Japón crecieron un 60% el año pasado, en Europa el 40%, en Estados Unidos el 30% y en Oriente Medio el 20%. El promedio del crecimiento mundial para la marca ha sido del 13%. El concesionario que más vendió en 2014 está en Abu Dhabi.
Estos buenos resultados se han debido sobre todo al “tirón” de su coupe Wraith, que se puso a la venta en 2013, y a su remozado Ghost.
Rolls-Royce ya cuenta con 127 concesionarios en el mundo, de los que seis fueron abiertos el año pasado. Para 2015 espera seguir con esta política de expansión, que tan buenos resultados le está dando.
Rolls tendrá que seguir compitiendo este año con Bentley y hacer frente la “resucitada” Maybach de Mercedes Benz. Además, deberá tomar decisiones en otro de sus mercados, como es el ruso, donde se ha visto obligada a subir precios para hacer frente a un rublo que caída libre.