¿CUPO FISCAL? SÍ, PERO PARA TODOS

¿CUPO FISCAL? SÍ, PERO PARA TODOS

Estos últimos días ha aparecido en los medios de comunicación una infortunada manifestación del Ministro de Economía –Sr. Guindos- de que podría establecerse el sistema de cupo, semejante al del País Vasco y Navarra, para Cataluña. El propio Ministro se apresuró a desmentir –o rectificar- estas declaraciones, por lo inoportuno que resultaban como “premio” a una Comunidad Autónoma en franca rebeldía institucional.

Pero los que estamos preocupados por la situación general de España, pero también por el déficit de financiación de nuestra Comunidad Valencia, este nuevo agravio comparativo nos llena de inquietud.

Como sabemos el sistema de concierto de que goza la Comunidad Autónoma del País Vasco y el sistema de convenio de la Comunidad Foral de Navarra, suponen una autonomía financiero fiscal superior a la de las demás Comunidades, y que consiste en lo más esencial en que estas Comunidades tienen autonomía para definir y gestionar –dentro de unos parámetros europeos y estatales- su sistema tributario y contribuyen al sostenimiento de las cargas comunes del Estado (defensa, asuntos exteriores, red de infraestructuras comunes y algunas otras) mediante un cupo fiscal (una parte de lo que ingresan y que se negocia entre el Estado y la Comunidad Autónoma). Por así decirlo, se invierte el sistema general del resto de las Autonomías.

Este es resumidamente el régimen especial de que gozan estas dos Comunidades por razones históricas (por ello se denomina generalmente “foral”) y que le gustaría disfrutar obviamente a las demás.

Según las declaraciones atribuidas al Ministro Guindos, luego desmentidas por éste, una –o la principal- de las “compensaciones” que se le darían a la Generalitat de Cataluña por renunciar a la independencia.

Debemos considerar esto desde nuestra particular situación como ciudadanos de una Comunidad –la Valenciana- con una infrafinanciación histórica y alzar nuestra más enérgica protesta.

Si ya el cupo vasco navarro implica una discriminación dolorosa (pero con la que hubo que transigir en el momento del pacto constitucional por razones históricas), la concesión a Cataluña de ese privilegio como “premio” a la deslealtad constitucional y para cerrar la grave crisis generada no puede aceptarse pacíficamente.

¿Y si es el cupo a Cataluña requisito para la paz social y la continuidad del Estado?

La solución es bien sencilla: para evitar el agravio –y además igualarnos a todos los españoles de una vez- que se establezca el sistema del cupo para todas las Comunidades Autónomas.

Así, para mayor ventaja, se podría ir construyendo –con una base más- la España federal o confederal que probablemente sea la única salida para este fallido Estado de las Autonomías. Una federación o confederación bajo el nexo común de la Corona y del parlamento federal o confederal sea probablemente la única salida pacífica para esta vieja y sufrida (y querida) Piel de Toro

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