Deprisa, que nos vamos

Más que una certeza es como una débil, aunque creciente, intuición. Me asaltó —¿cómo explicarlo?— hace ya unos días, bajo la forma inconcreta de sospecha. Pero creció y creció hasta ser cada día más clara: es la impresión de que en los ambientes políticos de Madrid, en esos foros donde se decide todo lo importante que pasa en España, hay muchísima prisa, incluso demasiada prisa.

Cuando uno lee editoriales ansiosos que lo reclaman, cuando queda comprobado que para los partidos políticos españoles de la oposición, y para los medios informativos en general, es imprescindible que el presidente del Gobierno comparezca ante el Congreso de los Diputados cuanto antes, para cumplir con su deber de poner trasparencia donde solo hay oscuridad, uno podría llegar a pensar que estamos ante un intensa descarga de adrenalina democrática. Es la lógica de los poderes. El legislativo azuza al ejecutivo y la prensa reclama que en aras de la libertad y los valores de la democracia: el presidente Rajoy debe dar explicaciones inmediatas. Cuanto antes. Sin esperar a que el juez avance en sus investigaciones y que Bárcenas se acomode al verano de la trena…

Sin embargo… hay pistas que hacen desconfiar de tan extendida voluntad democrática. El primero lo pillé en una tertulia de radio donde alguien, sin querer, se permitió una frase sospechosa: “A ver si va a haber un debate en agosto… y nos quedamos sin vacaciones”. Hola, hola… qué interesante. ¿No será que el ansia democrática, esa prisa por ver cumplido el deber parlamentario de Rajoy, es simplemente que en Madrid están todos con las vacaciones puestas? ¿No será que los editorialistas rebozan de hambre parlamentaria lo que en realidad es que ya tienen comprado el billete de avión? ¿No estará pasando que cronistas parlamentarios, funcionarios, diputados, senadores, asesores y miembros de los aparatos de los partidos tienen ya previstas las vacaciones, apalabrado el apartamento, reservado el crucerito y todo lo que sea sacarles de esa previsión les sienta como una purga?

¡Ay, Madrid, cómo se te ve el plumero! Ay, señor, y cómo funciona ese conglomerado capitalino, la España esencial, donde políticos y periodistas se juramentaron, hicieron piña durante la Restauración de Cánovas y desde entonces siguen viviendo los unos de los otros, fomentando crisis y miedos, para vivir juntos del resto de los españoles…

El lunes, en uno de los espectáculos más asombrosos del ridículo periodismo de estos tiempos, todos los periodistas presentes en la rueda de prensa de Mariano Rajoy con el presidente de Rumanía, cedieron la vez y la voz a la redactora de “El Mundo”, para reconocer su “derecho” a presionar al presidente a comparecer en el parlamento como la oposición quiere. La pregunta fue monumental, enardecedora.

El “ABC” fue el único diario madrileño que se negó al juego. Pero llegada la hora de la verdad fue un periodista rumano el que abrió fuego y en vez de preguntar al presidente de su país, preguntó al del nuestro por el único asunto… Rajoy, esta vez sí, dijo que, por lo que tenía oído, parecía que era conveniente dar alguna explicación algún día.

La clase político-periodística respiró hondo: mi semana en Rivera Maya, mis quince días en las Rías Altas, mi casita en Alpedrete, mi golf en Marbella, el barco que sale de Venecia el 5 de agosto… 

El noble funcionariado ministerial, los asesores y letrados de las Cortes, ese aparato periodístico de Madrid que hace y cuece la política en selectos restaurantes de Madrid, lo tenía todo preparado para dejar a los becarios los mandos de la nave. Y eso tenía que ocurrir a mediodía del 26 de julio, viernes, porque es impensable que se tenga que trabajar los días 29, 30 y 31 de julio o —¡sería horroroso!— cualquiera de los primeros días de agosto.

Rajoy, que sabe que este año va a tener pocas vacaciones, ha decidido hablar en el Congreso el 1 de agosto, obligando a todos a cambiar los billetes y a tragarse la operación retorno. E incluso, siendo como es, se podría montar una crisis de Gobierno el 13 de agosto, con el Rey… ¿por cierto, adónde va de vacaciones el Rey este año?.

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